Puigcercós rebaja sus condiciones para apoyar a CiU y no descarta abstenerse
El líder de ERC se muestra conciliador y matiza su exigencia de referéndum
Entre el referéndum inmediato como condición necesaria para pactar con Convergència i Unió (CiU) y la defensa de una "respusesta democrática, tranquila y cohesionadora" de Cataluña hay diferencias. El matiz lo introdujo ayer Joan Puigcercós, líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC); el republicano rebajó sus postulados para ofrecerse abiertamente a Artur Mas y no descartó abstenerse en la segunda sesión del debate de investidura. Tiene un importante inconveniente: a Mas no le basta con las 10 abstenciones de ERC para garantizarse la investidura. Le faltaría un voto para ganar por mayoría simple al no.
ERC no quiere verse fuera del juego parlamentario y Puigcercós se esmeró ayer en gustar a Mas. Su primera intervención fue suave: agradeció la voluntad del candidato a la investidura de mantener acciones positivas del tripartito, le ofreció apoyo en la consecución del concierto económico y le detalló propuestas para mejorar la transparencia de la Administración, que Mas se abrió a pactar. Como colofón, propuso generar una "espiral de confianza" entre ambos partidos. A cambio, desgranó pocos reproches: se limitó a reclamarle que abandone sus tics pujolistas.
Dos datos sintomáticos muestran la rebaja del tono de Puigcercós. El líder de ERC se abstuvo de hablar del caso Palau, cuando desde que estalló el escándalo ERC ha sido la formación más combativa. Otro guiño importante: no mencionó ni una vez la palabra referéndum, cuando basó su campaña en exigir una votación esta legislatura.
Rebajó la consulta independentista a la exigencia de un plan B que aplicar si Mas trabaja negociando el concierto económico. "Si Madrid cierra las puertas, debe haber una reacción de fuerza democrática, tranquila", proclamó un comedido Puigcercós. No evitó un choque con Mas, receloso de celebrar una votación independentista. Pese a que el líder de CiU reiteró su defensa del "derecho a decidir sin límites", frenó las expectativas de convocar una consulta: argumentó que no está en su programa y que rompería la cohesión. "Prefiero gestionar una tensión controlada con el Estado español, aunque sea dura, a gestionar la rotura de la cohesión en Cataluña".
En su réplica, Puigcercós estuvo algo más punzante. Evitó exigir el referéndum, pero retó a Mas a trabajar para aumentar la nómina de independentistas y a demostrar que el concierto económico no es un "anzuelo". Mas no entró: "La sociedad catalana irá evolucionando en función de los acontecimientos", y Puigcercós le conminó: "Usted es activo, debe ir a buscar las mayorías".
El líder de ERC no se quedó satisfecho. Concluyó reiterando que Mas usa el pacto fiscal como un "anzuelo" para disipar la tensión con el resto de España, aunque se ofreció a ayudarle si fracasa.
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