Nueve meses de libertad vigilada por humillar a una niña

El juzgado de Menores número cuatro de Valencia ha impuesto a ocho menores medidas por insultar, humillar, amenazar y agredir a otra menor. Desde 60 horas de prestaciones en beneficio de la comunidad a nueve meses de libertad vigilada.

A las 17.30 del 26 de mayo de 2009, una estudiante de 13 años de un colegio de una localidad de L'Horta Nord salió de clase. Fuera, en un campo próximo al centro educativo, la abordaron 13 menores, cinco de ellos con menos de 14 años, contra los que no se ha podido actuar. La rodearon, la llamaron "puta", "zorra", "hija de puta". La golpearon. Le pegaron patadas en todo el cuerpo. Mientras unos la agredían, el resto los jaleaba y dos lo grabaron en un móvil. Le tiraron piedras. Uno de ellos la quemó con un cigarrillo en un brazo. "Si dices algo, te matamos", le dijeron cuando se marchaban. "Si dices algo, cuando vayas sola, te rajaremos a ti y a tu madre". La dejaron en el campo, robándole los pendientes y el móvil.

El juicio se celebró a finales de octubre. Ocho menores, cuatro chicas y cuatro chicos, que tenían entre 14 y 17 años cuando ocurrieron los hechos, asumieron su participación en las vejaciones a su compañera de colegio.

Acuerdo

Entre el fiscal y la acusación hubo esencialmente coincidencia en la tipificación de los hechos. Finalmente, hubo un acuerdo con las defensas, dado que los menores reconocieron lo que habían hecho. El juez impuso 60 horas de trabajos en beneficio de la comunidad a cinco de los implicados, por delito contra la integridad moral, falta de insultos, falta de lesiones y robo con violencia, con la advertencia de que de no cumplirlo se les impondrán cinco fines de semana de permanencia en domicilio.

A otro menor le impuso cuatro meses de tareas socioeducativas, con contenido de mejora en la competencia social. A este se añaden la falta de amenazas y el delito contra la Administración de justicia. A los dos últimos, nueve meses de libertad vigilada, con contenido formativo laboral. Todos deberán indemnizar, con sus respectivos padres, con 400 euros por las lesiones y 600 por las secuelas.