El Gobierno negociará con la Junta el deslinde de las marismas de Doñana
Una comisión mixta abordará esta segunda expropiación, que incluye los arrozales
La Consejería andaluza de Medio Ambiente y la Secretaría de Estado de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente acordaron ayer crear una comisión mixta para abordar el deslinde de las riberas del Guadalquivir, que incluye la zona de las marismas y numerosas hectáreas de arrozales y otros tipos de cultivos. El primer deslinde llevado a cabo por el Ministerio de Medio Ambiente -el que afecta a la zona de playa y al sistema dunar, en el que prácticamente no hay intereses económicos- ha provocado un fuerte enfrentamiento entre los gobiernos central y autonómico.
Tras el cambio al frente del Ministerio de Medio Ambiente -que ahora comanda la antigua consejera del Gobierno andaluz Rosa Aguilar-, el Ejecutivo central se ha comprometido a que la Junta mantenga las competencias sobre la zona deslindada. El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, se reunió ayer en Madrid con la nueva secretaria de Cambio Climático, Teresa Ribera, para cerrar los flecos del convenio sobre el traspaso de competencias que se firmará en unos días. Posiblemente, se haga coincidir con el traspaso de las competencias sobre los chiringuitos que se hará efectivo en enero.
La segunda fase afectaría también a salinas e invernaderos
Pero, según señaló ayer Díaz Trillo, en la reunión también se acordó la creación de una comisión mixta para que la segunda fase del deslinde de Doñana sea "consensuada" y no se lleve a cabo de forma unilateral como la primera. La Junta llegó a amenazar con recurrir esta primera expropiación de las dunas ante los tribunales, una posibilidad ya descartada.
En principio, el deslinde de Doñana se había planteado como una unidad. Así se señalaba en el informe del catedrático de la Universidad de Granada Miguel Ángel Losada, que el ministerio empleó para planificar y justificar la expropiación. En el informe se recomendaba a Costas mantener "la integridad geomorfológica y funcional del estuario" del Guadalquivir "y de cada una de sus partes".
Sin embargo, el ministerio prefirió plantear el deslinde en dos fases, la primera mucho menos polémica que la segunda al no incluir zonas con intereses económicos.
La segunda fase, la de las riberas del Guadalquivir, es la que sería más peliaguda. Porque en esa zona, además de las marismas, hay cientos de hectáreas que se utilizan para plantaciones de arroz, salinas, explotaciones de acuicultura y cultivos con invernaderos.
En la reunión de ayer también se abordó la gestión de la zona de las Marismillas y los Caracoles, que estará en manos de la Junta de Andalucía.
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