Europa se moviliza en favor de la liberación de Jodorkovski

El deseo y la capacidad del presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, para asegurar la independencia de la justicia se ponen a prueba con el comienzo hoy de la lectura de la sentencia en el segundo proceso contra el ex magnate petrolero Mijaíl Jodorkovski y el ex jefe de Menatep Platón Lébedev.

El fiscal pide 14 años de prisión para ambos ejecutivos, a los que acusa de robar 218 millones de toneladas de petróleo entre 1998 y 2004, así como de robo de acciones y lavado de dinero. El caso tiene amplias connotaciones políticas y, en opinión generalizada, responde a una afirmación de poder por parte del jefe del Gobierno ruso, Vladímir Putin. La operación de acoso y derribo que culminó con la quiebra del imperio petrolero Yukos ha beneficiado a la empresa estatal Rosneft, que es dirigida por allegados del primer ministro.

Diferentes personalidades del mundo de la cultura han abogado por la liberación de Jodorkovski y Lébedev. Artistas populares del rock ruso pidieron ayer a Medvédev un juicio justo. Por su parte, la presidenta del Grupo de Helsinki de Moscú, Liudmila Alekséeva, manifestó que existe un 5% de probabilidades de que Jodorkovski sea absuelto. En Estrasburgo, el presidente del Parlamento Europeo, el polaco Jerzy Buzek, recibió y expresó su solidaridad a Marina Jodorkovski. "La Unión Europea está del lado de su hijo", dijo Buzek a la madre del magnate encarcelado, según la agencia Interfax. Además, coincidiendo con el comienzo de la lectura de la sentencia, el Parlamento Europeo debate sobre el estado de los derechos humanos en el mundo y en su informe cita al de Amnistía International, en el que se denuncia el proceso contra Jodorkovski.

La lectura de la sentencia durará probablemente más de un día, pero los analistas esperan poder valorar a partir de hoy el tono del veredicto del juez Víctor Danilkin.

Jodorkovski y Lébedev fueron detenidos en 2003 y condenados en 2005 a ocho años de prisión (inicialmente nueve) por estafa y evasión de impuestos. Tras cumplir parte de la pena en alejados centros penitenciarios de Chitá (Siberia Oriental) y del Círculo Polar Ártico, respectivamente, los acusados fueron trasladados a Moscú en 2009 para ser juzgados de nuevo. Ambos se han declarado inocentes y han alegado ser víctimas de un proceso político destinado a impedir que salgan en libertad.

Jodorkovski, que se inició en los negocios siendo miembro de las Juventudes Comunistas (Komsomol), levantó un imperio económico y financiero que, como otros negocios de la turbulenta década de los noventa, pasó por diferentes fases de desarrollo. Su arresto se produjo cuando el magnate había conseguido dar una imagen de respetabilidad a Yukos, subvencionaba numerosos proyectos sociales y expresaba ambiciones políticas. En diferentes ocasiones, Putin ha mostrado su animadversión personal hacia Jodorkovski.