_
_
_
_
Entrevista:SANTIAGO CAMBA | Secretario general de Emigración

"El Gobierno central envío un salvavidas de plomo al Centro Gallego"

La visita realizada por el secretario general de Emigración de la Xunta, Santiago Camba, a Argentina y Uruguay la semana pasada tuvo como eje principal la difícil situación del hospital del Centro Gallego de Buenos Aires, que debe afrontar una deuda cercana a los 20 millones de euros acumulada en los últimos años. La Xunta ha acordado con la nueva directiva del Centro Gallego que la gestión del hospital recaerá exclusivamente en los directivos de esta institución pero que es necesario llegar a un acuerdo para que la Administración gallega pague en plazos anuales parte de la deuda acumulada mientras tuvo responsabilidades en la gestión. Camba exige el apoyo del Gobierno español para solucionar una crisis que pone en peligro la continuidad de una institución centenaria y que da servicio sanitario a miles de gallegos y a sus descendientes en la capital argentina.

"Los males se arrastran de la etapa de gestión socialista del hospital"
"Hay preocupación porque no puedan votar en las locales los emigrantes"

Pregunta. Se dice que la Xunta tendría que aportar dos millones de euros anuales durante cuatro o cinco años para solventar su parte de la deuda en el Centro Gallego. ¿Son estas las cifras que se están manejando?

Respuesta. Estamos barajando las cifras pero aún no están cerradas. Lo que sí puedo asegurar es que la Administración gallega va a hacer el máximo esfuerzo para ayudar al Centro Gallego. Hay un pasivo importante acumulado, sobre todo en los tres últimos años de gestión socialista, pero ahora necesitamos la ayuda de todas las administraciones para sacar esto adelante. Pedimos que el Gobierno central convoque una reunión para hablar de este asunto.

P. ¿Es cierto que durante la gestión del grupo privado 3A Recoletas este año aumentó la deuda del hospital?

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

R. Nunca existió tal gestión de ese grupo porque nunca llegaron a incorporarse para ejercer la gerencia del hospital. Había un preacuerdo con la Administración en el que se establecía que si había beneficios se iban a dividir al 50% y si había pérdidas las asumirían ellos. El negocio no era malo para la Xunta ni para el pueblo gallego, pero al ver que los números no cuadraban se hizo una auditoría y se comprobó lo que ahora sabemos: los balances del hospital estaban dibujados y la realidad era otra. No se llegó a un acuerdo económico y por eso nunca llegaron a asumir la gerencia. A veces parece que el último es el chivo expiatorio, pero los males se arrastran de atrás y sobre todo de la anterior etapa de gestión con responsabilidad también de políticos gallegos, en este caso socialistas. Ahí es donde se dispara el déficit. Lo que se hizo fue imputar al último ejercicio parte de la deuda del año anterior, concretamente 3,6 millones de euros.

P. Ha solicitado que el Gobierno español se implique en el salvamento financiero del hospital del Centro Gallego. ¿Habría que tener en cuenta que muchos socios del hospital proceden de otras partes de España y han sido financiados por la Xunta?

R. Por supuesto. El Gobierno español tendría que implicarse en todo lo que son entidades españolas en el exterior. Estamos dispuestos a colaborar para sacar estas instituciones adelante. Lo más grave es que además se hizo un chantaje a la fundación Galicia Salud para admitir como socios del hospital del Centro Gallego a 2.000 pensionistas españoles a un precio muy inferior al que pagan los propios socios del hospital. Ya me dirá usted como se puede ayudar a un centro cuando al mismo tiempo se está propiciando el vaciamiento económico del Centro Gallego, que es lo que ha pasado con estos últimos gobiernos de la Administración española. Se ha provocado un desfase en las cuentas que en los últimos cuatro o cinco años supera los seis millones de euros. Esto se hizo a través de la Consejería de Trabajo de la Embajada de España, que depende del Ministerio de Trabajo. En vez de enviar un salvavidas a la institución se mandó uno pero de plomo.

P. Usted ya se manifestó a favor de que los emigrantes sigan votando también en las municipales, pese a que su partido y el PSOE parecen haber alcanzado un acuerdo para limitar el voto de la emigración en los comicios locales. ¿Siguen preocupados los emigrantes por este tema?

R. Sigue habiendo preocupación y no sólo por la limitación al voto en las municipales, sino también por la implantación del voto rogado en las elecciones autonómicas y generales cuando los emigrantes son ciudadanos como cualquiera. Todos sabemos que el voto rogado tiene limitaciones, no tanto en Argentina pero en otros países va a ser difícil que llegue a buen fin por el funcionamiento del sistema de correo.

P. ¿Ve posibilidades todavía de que la reforma no llegue a salir adelante en los términos en los que está planteada?

R. No lo sé. La reforma se está tramitando en el Congreso de los Diputados y por lo que parece va a salir adelante y ya se va aplicar en las próximas elecciones municipales y autonómicas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_