Cuando solo cuenta el mate
Blancas: M. Adams (Inglaterra, 2.723). Negras: D. Howell (Inglaterra, 2.611). Apertura Española (C67). II Clásico de Londres, 8-12-2010.
Una de las consecuencias del ajedrez informático es que se arriesga menos y se da más importancia a la ventaja de material. Por eso se agradece mucho ver de vez en cuando una partida tan instructiva y espectacular como ésta, más propia de la época romántica. Adams se olvida de su ala de dama para lanzarse al ataque: 1 e4 e5 2 Cf3 Cc6 3 Ab5 Cf6 4 0-0 Cxe4 5 d4 Ae7 (más dinámico que el superanalizado muro de Berlín: 5 ..Cd6 6 Axc6 dxc6 7 dxe5 Cf5 8 Dxd8+ Rxd8) 6 De2 Cd6 7 Axc6 bxc6 8 dxe5 Cb7 9 c4 0-0 10 Cc3 f6 11 Te1 fxe5 12 Dxe5 Af6 13 Dg3 (novedad; se conocía 13 Dh5 g6 14 Dh6 Ag7 15 Dh3 Ehlvest-Marciano, 1992) 13 ..Cc5 14 Ag5 Cd3? (tanto 14 ..d6 como 14 ..Tb8 eran razonables; Howell explicó así su error a la prensa: "Di por seguro que las blancas tenían que jugar Te2, pero cuando Micky se puso a pensar me di cuenta de que había una idea mucho más fuerte") 15 Te3! (Adams entrega dos peones en el ala de dama para coordinar todas sus piezas contra el rey) 15 ..Cxb2 16 Tae1! Axg5 (el castigo contra 16 ..Cxc4 también hubiera sido espectacular: 17 Te7!! Axe7 18 Txe7! Rh8 19 Txg7! De8 20 Te7 Dg6 21 Ch4 Dd6 22 Dg4 Aa6 23 Dh5, y se acabó) 17 Cxg5 Df6 18 Tf3 Dd8 19 Cce4 Aa6 (diagrama) (es muy importante que las blancas jueguen ahora con la máxima energía, porque si no su ataque será diluido; Adams ejecuta esa idea a la perfección) 20 Cxh7!! Txf3 (si 20 ..Rxh7 21 Cg5+ Rg8 22 Txf8+ Dxf8 23 Dh3, con ataque de mate) 21 gxf3! Rxh7 22 Cg5+ Rg8 23 Dh4 Axc4 24 Dh7+ Rf8 25 Te5! Ae6 26 Dh8+ Re7 27 Dxg7+ Rd6 28 Ce4 mate. Correspondencia: ajedrez@elpais.es
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.