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Reportaje:

El ciclismo holandés es español

Óscar Freire, Carlos Barredo, Juan Manuel Gárate y Luis León convierten al Rabobank en el mejor equipo 'nacional' para 2011

Carlos Arribas

Cuando cualquiera de los mortales presentes recurriría a una analogía inversa con el fútbol -cómo Johan Cruyff enseñó a jugar a los españoles a la holandesa y los hizo tan grandes que acabaron ganando un Mundial a los holandeses- para tratar de dar sentido al hecho de que cuatro de los mejores ciclistas españoles harán grande en 2011 a un equipo holandés, Harold Knebel, el mánager del Rabobank, un hombre culto y pragmático, prefiere referirse a la Guerra de los 80 Años, a cómo 400 años después de expulsar a los virreyes designados por Felipe II y otros Habsburgos y de sustituir a los obispos y arzobispos católicos por pastores luteranos, calvinistas y anabaptistas, los habitantes de los Países Bajos siguen siendo tan poderosos que son capaces de robar a los mejores ciclistas españoles para su equipo más representativo.

"Para los holandeses, la bicicleta es la vida; para nosotros, es trabajo", dice Gárate

Óscar Freire, Juan Manuel Gárate, Carlos Barredo y Luis León convierten al Rabobank en el mejor equipo español del momento. Ellos serán, junto al holandés Robert Gesink, los líderes de uno de los mejores conjuntos del mundo, de los más ricos -en la presentación ante la nueva temporada, Bert Bruggink, el número dos del banco que le da nombre, anunció el compromiso de seguir seis años más financiándolo a razón de 15 millones de euros anuales, 10 millones más dedicados a la promoción del ciclismo en Holanda-, el orgullo de un país loco por este deporte.

"Para nuestros compañeros holandeses, el ciclismo, la bicicleta, lo es todo. Es la vida. Lo demás, la familia, los amigos..., es secundario", dice Gárate, el escalador guipuzcoano que comienza su tercer curso en Holanda; "en cambio, para nosotros, es un trabajo. La vida es otra cosa". Lo dice radical, quizás admirado de que a la presentación, un día de 10 grados bajo cero en un rincón perdido y solitario de Holanda, acudieran centenares de personas, de aficionados con ganas de aplaudir. Gárate se regocija también de que cuatro ya son multitud, del "buen rollo" entre ellos, y recuerda a Freire, las puertas abiertas por el campeón cántabro. "Freire ha abierto los ojos a los equipos extranjeros, les ha hecho ver que somos buena gente", dice; "los ciclistas españoles estábamos mal considerados en el extranjero".

Gárate, y antes Juan Antonio Flecha y Pedro Horrillo y Denis Menchov, y después Barredo y León, cuando llegaron al Rabobank, se encontraron al menos con uno con quien podían hablar en castellano, pero Freire, que desembarcó en 2003 sin más compañía que la del masajista Joseba Núñez, pasó dos años más solo que la una. "Yo venía un poco asustado porque es la primera vez que salgo de casa. Siempre he estado en equipos españoles, con Manolo, con Eusebio..., y estaba aprensivo pensando que me iba a encontrar otra cultura, otro idioma", dice León, el fichaje estrella, 27 años, que ya ha empezado a estudiar inglés en Mula, él y su esposa; "y me he visto con esto, con tres compañeros españoles, como si estuviera en casa".

Barredo, en cambio, llega a Holanda después de tres años en un equipo belga, primos hermanos, y no teme tener ningún problema. En realidad, el Rabobank es ya el reino de Freire -iniciará en 2011 su novena temporada en el equipo holandés, el segundo corredor más veterano y el que más y mejores victorias le ha dado, junto a Menchov, en su historia-, quien se permite el lujo de ir a jugar al golf sobre la nieve mientras sus compañeros en el duro invierno holandés penan haciendo mountain bike. "Llegué yo solo y ahora solo fichan españoles", dice el tricampeón mundial; "que siga la tradición, pues, y que no se olviden de que hemos dado muchos triunfos".

"Breukink [Erik, el director técnico] conoce muy bien el ciclismo español y confía mucho en ellos", dice Knebel en un castellano titubeante -"lo estoy aprendiendo para entender algo a León", advierte-, "y yo confío en él y también en ellos porque tenemos igualmente la experiencia de Horrillo y Flecha, que se mezclaron muy bien con nuestro ambiente. Así que, de extranjeros, solo españoles, nada de italianos... León era nuestro objetivo número uno y ya desde marzo le estuvimos cortejando. Con Barredo, que es amigo de Gárate, llegué a un acuerdo durante el Tour, justo el día en que acabó pegándose en la meta con Rui Costa. Luego, al día siguiente, vino a disculparse conmigo, a decirme que no sufriera, que él no es así...".

De izquierda a derecha, Carlos Barredo, Luis León, Wessel van Keuk, presidente del Rabobank, Juan Manuel Gárate y Óscar Freire.
De izquierda a derecha, Carlos Barredo, Luis León, Wessel van Keuk, presidente del Rabobank, Juan Manuel Gárate y Óscar Freire.DIARIO AS

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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