Las lluvias aceleran el desembalse en las presas del Guadalquivir
Las reservas de agua ya cubren el gasto previsto para los dos próximos años
Desde el inicio del actual año hidrológico, el pasado 1 de octubre, la pluviometría media registrada en las cuatro cuencas hidrográficas andaluzas ha superado los 168 litros por metro cuadrado. De continuar esa tendencia, los pantanos, que ahora se encuentran al 74% de media, alcanzarían su máximo de capacidad muy pronto. Por esta razón, y por el recuerdo de las inundaciones del último invierno, la Agencia Andaluza del Agua ha iniciado ya los desembalses preventivos, algo atípico en estas fechas en el último lustro, en el que Andalucía vivió su último ciclo de sequía.
Estos desembalses son el mejor reflejo de una situación hidrológica que ha dado un vuelco en el último año. Los pantanos andaluces tenían esta semana el doble de recursos hídricos que la misma fecha de 2009, algo que garantiza el agua tanto para abastecimiento a la población como para el regadío agrícola para los dos próximos años, según confirma la Agencia Andaluza del Agua.
La capacidad de embalse ha crecido 1.500 hectómetros el último lustro
La salida de agua busca dejar hueco para las lluvias del invierno
Esta previsión tan alentadora contempla incluso a la Costa del Sol, hasta el pasado año en estado de sequía, teniendo en cuenta el volumen potencialmente suministrable desde la desaladora de Marbella y los bombeos del río Guadiaro. La excepción a este escenario de bonanza la marcan los sistemas de Benínar-Adra y Carboneras-Almanzora, en Almería, deficitarios de forma habitual y que seguirán contando con el apoyo de las desaladoras y las aportaciones de los trasvases Tajo-Segura y Negratín-Almanzora para garantizar todas las demandas. En la última semana, una quincena de embalses de la cabecera del Guadalquivir han estado desembalsando agua, una medida que se adopta por haber rozado los niveles de seguridad o resguardo estacional de las presas. "Son desembalses preventivos con la intención de ir dejando hueco para próximas precipitaciones", apunta Juan Paniagua, director de la Agencia Andaluza del Agua.
De momento, el volumen de agua desembalsada es poco relevante destacando los 31 metros cúbicos por segundo en la presa del Giribaile, 26,58 en El Tranco o 14,86 en Guadalmena, todos ellos de la provincia de Jaén, o los 12,45 de Cordobilla o 7,48 de Iznájar, en Córdoba.
Pero la intención de la Agencia del Agua es que no se repitan los episodios que provocaron graves inundaciones en los primeros meses del año. "Queremos ser cautelosos", reconoce Paniagua. Desde la segunda quincena de diciembre de 2009 y hasta prácticamente el mes de abril de 2010 las cuencas andaluzas se beneficiaron de una temporada de lluvias excepcionalmente intensa y continuada. Los altos valores pluviométricos (agua de lluvia acumulada) registrados en los cuatro distritos andaluces superaron los máximos de los últimos 25 años.
La mayor preocupación ante posibles avenidas se centra en el entorno del municipio jiennense de Andújar. Los servicios jurídicos de la Agencia Andaluza del Agua preparan un informe que permita el rescate de la concesión administrativa que Endesa tiene sobre la presa de Marmolejo, a la que los vecinos y el Ayuntamiento de Andújar culpan de las continuas inundaciones de los últimos años. La presa se construyó en 1962 para la producción de energía eléctrica y solo evacua agua por las compuertas altas cuando hay crecidas.
Ni las precipitaciones de las últimas semanas han hecho replantearse a la Junta su política hidráulica sobre nuevos pantanos. "No hay que hacer presas así porque sí", asegura Juan Paniagua, que esgrime el "respeto medioambiental" y defiende que la capacidad de embalse de la comunidad se ha incrementado en los últimos cinco años en más de 1.500 hectómetros cúbicos con la entrada en servicio de las presas de Beña II, Melonares, Andévalo, Casasola o Rules.
LA SITUACIÓN HIDROLÓGICA
Los pantanos andaluces se encuentran por encima del 74% de media. Hace un año estaban al 34%.
La cuenca del Guadalquivir está al 76%; Guadalete-Barbate, al 80%; Tinto-Odiel-Piedras, al 56%; y Mediterráneo, al 66,6%.
El agua disponible garantiza el abastecimiento y los regadíos en los dos próximos años.
La pluviometría desde el 1 de octubre ha oscilado entre 178 litros por metro cuadrado en el Guadalquivir a 139 en el Mediterráneo.
La lluvia caída entre diciembre de 2009 y abril de 2010 superó la media de los últimos 25 años.
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