Blanco ordena investigar a Audasa por el nuevo colapso de la AP-9

El ministro de Fomento, José Blanco, ha ordenado investigar a la concesionaria de la AP-9 después de que la ola de frío de la pasada madrugada convirtiese la autopista en una trampa para centenares de conductores durante casi tres horas. A pesar de que la bajada de temperatura y la consiguiente formación de placas de hielo y nevadas aparecía en todas las previsiones metereológicas, la empresa encargada de la gestión del vial, Audasa, no consiguió evitar el colapso. Y aunque desde la concesionaria afirmaron haber tomado "las oportunas medidas preventivas", no fueron capaces de precisar si habían echado sal, ni cuándo, ni dónde.

El conselleiro de Medio, Ambiente e Infraestruturas, Agustín Hernández, solicitó a Fomento, titular de la autopista que une Ferrol y Tui, que investigase si el corte de la AP-9 "fue consecuencia de la fuerte helada o de que no se hubiesen tomado las medidas preventivas". Hernández informó, además, que la Xunta había diseminado 600 toneladas de sal por las carreteras de Galicia. El líder del Bloque, Guillerme Vázquez, no se anduvo con miramientos y acusó al Gobierno central de "dejadez absoluta, negligencia, abandono e incompetencia" y criticó el "caos que se produce todos los años cuando hay nevadas o heladas" en la AP-9. El BNG exigirá explicaciones en el Parlamento y en el Congreso.

El BNG critica que "todos los años" pase lo mismo con las nevadas y el hielo

"La Guadia Civil nos hacía salir de la vía mientras seguían entrando coches"

La A-6 también sufrió los rigores del clima y estuvo cortada entre Baamonde y Montesalgueiro. Decenas de carreteras quedaron impracticables en la alta montaña y en los accesos a Lalín, Cerceda o Curtis. Las dificultades de circulación no se disiparon en todo el día en viales de O Cádavo, A Fonsagrada y Pedrafita (Lugo), Silla y Vila de Cruces (Pontevedra) y Carballeda de Valdeorras (Ourense).

Del total de 23.441 niños que ayer no asistieron a la escuela por culpa del tiempo, 10.519 están matriculados en centros de la provincia de A Coruña, 6436 en Lugo, 5.870 en Ourense y 986 en Pontevedra.

Cumpliendo casi una tradición, la ola de frío convirtió la AP-9, la pasada madrugada, en una trampa para miles de conductores durante casi tres horas, a pesar de que la combinación de bajas temperaturas y precipitaciones estaba más que prevista y anunciada. Fuentes de Fomento, titular de la vía, aseguraron que el ministro José Blanco ha ordenado investigar las circunstancias en las que se produjo el caos y si la empresa concesionaria, Audasa, acometió los preparativos necesarios para evitarla.

Ayer, el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández, solicitó que Fomento investigara si el corte de autopista fue "consecuencia de la fuerte helada o de que no se hubiesen hecho las labores preventivas", una petición e criticada por el delegado del Gobierno, el socialista Antón Louro. Louro calificó de "irresponsabilidad" el "ejercicio crítico" de la Xunta y anunció que Audasa realizará un informe sobre su actuación . Más categórico fue el portavoz del BNG, Guillerme Vázquez, que criticó el "caos que se produce todos los años cuando hay nevadas o heladas" y acusó a los Gobiernos central y autónomo de "dejadez absoluta, negligencia, abandono e incompetencia". El BNG pedirá explicaciones en el Parlamento gallego y en el Congreso.

Donde no sabían ayer cuánta sal habían utilizado, ni cuándo, era en Audasa. "No tengo esos datos técnicos, pero desde luego se han tomado las medidas oportunas preventivas", señaló una portavoz de la empresa. Un usuario, Alfonso García, que salió pasada la medianoche del jueves de A Coruña, no observó en el trayecto hasta Santiago ningún tipo de maquinaria en la calzada, aunque solo estaba practicable el carril derecho. "Me quejé al del peaje de tener que pagar a pesar de que no pude pasar de 40 kilómetros por hora", recuerda. Ayer por la mañana, se disponía a regresar a A Coruña sobre las 9.15, pero por la radio se enteró de que la AP-9 estaba cortada, y esperó hasta casi las 11. "Por la zona de Ordes había caravana en los dos sentidos, pero la calzada parecía estar mejor que por la noche. Eso sí, en el peaje ya estaba bajando la ventanilla para empezar a bramar y la chica me dijo que pasase".

Menos suerte tuvo Xurxo Sánchez, que salió a las siete de la mañana de A Estrada hacia A Coruña, donde entraba a trabajar a las 8.30. "Entré desde la AP-53 en la Autopista del Atlántico y en el primer tramo, aunque se circulaba lento, no había problema". Empezó a haberlo a mitad de camino de Ordes. "Íbamos todos por el carril derecho, y en el izquierdo se veía bastante hielo. Se cruzó un camión, aunque consiguió enderezar. Fuimos parando a veces, hasta que tuvimos que dejar de circular a unos dos kilómetros de la salida. Nos adelantó un coche de la Guardia Civil, para ordenarnos salir por Ordes. Yo fui de los primeros, y todavía cobraban el peaje, y lo que es peor, dejaban entrar coches en la autopista", asegura. Consiguió llegar a Alvedro a las 10.30. "Normalmente el recorrido me lleva una hora y cuarto. Menos mal que llevaba algo de comer en el coche, porque ya conozco a los de Audasa".

Los de Audasa y la Guardia Civil de Tráfico señalaron ayer que habían cerrado la AP-9 en los dos sentidos de circulación a las 8.40, entre los kilómetros 18 y 68, y que se habían reabierto a las 10.35 en sentido norte y a las 10.50 en sentido sur. Pero menos suerte tuvieron aún algunos a los que el cierre de la autopista sorprendió todavía en sus accesos. A las 8.20, el escritor Suso de Toro entró por el acceso de Ourense a la autopista, en dirección Padrón. "Al poco tiempo vimos tres coches accidentados, y a uno o dos kilómetros, colas en los dos sentidos", apunta. De Toro tuvo que permanecer parado tres horas a la altura de la salida de Milladoiro. "Lo peor era que nadie informaba de nada, ni las radios. Ni sabíamos por qué estábamos allí, salvo el rumor de que se había producido una colisión de 18 vehículos y que habían atropellado a una chica". El rumor resultó ser cierto.

Pese a las 600 toneladas de sal, el de la AP-9 no fue el único colapso. La A-6 estuvo cortada hasta las 9.40 entre Baamonde y Montesalgueiro. Decenas de vías quedaron impracticables, no solo en las zonas de alta montaña de Lugo, sino en los accesos a Lalín, Cerceda o Curtis. Numerosas personas quedaron atrapadas en sus vehículos y seis tuvieron que ser rescatadas en Lobios. A última hora, había dificultades de circulación en O Cádavo, Pedrafita y Fonsagrada (Lugo), Silleda y Vila de Cruces (Pontevedra), y Carballeda de Valdeorras (Ourense). El 112 atendió 222 incidencias entre la medianoche y las diez de la mañana por el hielo o la nieve. En el hospital de Santiago fueron atendidas 40 personas, la mayoría con fracturas por caídas o accidentesdebidos al hielo.