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José Luis Baltar se propone emular la longevidad política de Fraga

El presidente ourensano critica que la Xunta actúe como una "Diputación grande"

Baltar quiere emular a Fraga. El presidente de la Diputación de Ourense y padre del líder del PP provincial se mira en el espejo del ex presidente de la Xunta para justificar un futuro longevo en la política. El sempiterno barón ourensano, que ha cumplido 70 años, dejó ayer claro en Madrid, en un desayuno informativo previo a la conferencia que pronunció en la Fundación Democracia y Gobierno Local sobre el papel de las Diputaciones, que "el ejemplo" es Fraga. Baltar se dirigió al senador popular, presente en ese encuentro, y alabó "el ejemplo que está dando, al pie del cañón". Acto seguido proclamó: "A mí también me da fortaleza".

Pese a sus continuos amagos de abandonar la actividad política, el barón del PP de Ourense reconoció en Madrid, según informa Europa Press, que tiene ganas y fuerza suficientes para presentarse a las municipales. Y ello, pese a reconocer las presiones de su mujer que continuamente le pide que se retire. Su discurso fue una lección de ourensanismo ("no vengo a hacer propaganda de la institución que presido ni de lo listos que somos en Ourense, que lo somos", dijo) y de gestión municipal a través del papel de "entes vertebradores" que, en su opinión, tienen las diputaciones. Y, para explicarlo, arremetió contra la Xunta, que "ha asumido el papel de acción cooperadora" de las diputaciones y que "a través de subvenciones y convenios se dedica a jugar a ser una suerte de Diputación grande, financiando obras y negándose a canalizar esa cooperación económica a través de planes provinciales elaborados por los municipios".

En el desayuno informativo anterior, Baltar no escamoteó tampoco críticas al Ejecutivo de Feijóo, al que acusó de no atender a los municipios a través de las diputaciones. "Es difícil venderles la moto a los Ayuntamientos de que antes no nos atendían porque era el bipartito y ahora porque es el PP", remachó.

El presidente de la Diputación -endeudada en el límite legal y que gasta en sueldos de la abultada plantilla 28 millones de los 74 de su presupuesto- desveló que "el secreto" de su gestión radica en "implementar soluciones innovadoras: saber convertir los problemas en oportunidades", en alusión a la disolución de algunas mancomunidades, la mayoría de las cuales "no rinden cuentas al Consello de Contas porque no tienen actividad ni cuentas que rendir", precisó.

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