Nueve vuelos cancelados por la ausencia de controladores
El ministro pide que no usen a los pasajeros como "rehenes"
El ministro de Fomento, José Blanco, advirtió ayer a los controladores aéreos que tomará "medidas con determinación" si no abandonan "su chantaje" y vuelven a ocupar su puesto de trabajo. Blanco consideró que estos trabajadores están usando a los ciudadanos como "rehenes" e interpretando "la ley a su antojo", por lo que no descartó tomar hoy alguna decisión al respecto, informa Europa Press.
Blanco consideró que los controladores "han vuelto a coger el camino equivocado" y utilizan de nuevo "el chantaje para arrancar privilegios en contra de lo decidido por el Parlamento". "En un Estado de Derecho algo tan importante como el espacio aéreo no puede estar sujeto a otros intereses que no sean los de interés general", añadió. "Solo se conoce el problema", criticó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en respuesta a si existe alguna propuesta de Fomento para atajar el conflicto. Al ministro, Feijóo le deseó "suerte y buena mano".
"Solo se conoce el problema", criticó Feijóo por la falta de medidas de Fomento
Entre las siete de la mañana y las ocho y media de la tarde de ayer, el aeropuerto de Lavacolla solo registró seis vuelos en hora de un total de 35. La mayor parte de las complicaciones se produjo por la mañana. Tres llegadas fueron desviadas: un vuelo de Ryanair procedente de Madrid aterrizó en Oporto, uno AirEuropa con el mismo origen se desvió a Vigo y uno de Vueling que despegó de Barcelona terminó su viaje en A Coruña. Los tres vuelos de vuelta correspondientes fueron cancelados, así como los viajes operados por Ryanair con destino y origen en Londres y Francfort y uno de Iberia ida y vuelta a la capital española. En total, fueron nueve las cancelaciones. El resto, 17 vuelos, llegaron o salieron con retrasos que oscilaron entre los 45 minutos y las siete horas. Los pasajeros que pretendían embarcar a las 6.55 horas con Iberia destino a Madrid, tuvieron que esperar hasta la una de la tarde, informaron fuentes de AENA.
La ausencia de controladores provocó que el espacio aéreo de Santiago estuviese operativo solo dos horas por la mañana. En ese turno, únicamente se presentó un controlador de los cuatro convocados. AENA tuvo que reclamar la presencia de otro de la tarde para evitar el cierre de Lavacolla. El sindicato de controladores volvió a acusar a AENA de agravar los paros por su "improvisación" ya que "conocía de antemano" que solo podría acudir uno.
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