"Estoy aquí para hacer las reformas", asegura el ministro de Trabajo

"Estoy aquí para hacer las reformas". A los pocos minutos de iniciar su comparecencia en el Congreso, el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ya había puesto sobre la mesa la idea que guió las casi cinco horas de debate parlamentario. Consciente de que sus primeros mensajes han dado más pie a pensar en un retraso de las reformas pendientes que en cambios inmediatos, el ministro enfatizó ayer el impulso reformista que el Gobierno se ha marcado como meta.

Gómez se empleó en convencer a los parlamentarios de que las reformas se harán en los plazos previstos. "Desde algunos ámbitos se ha querido ver lo contrario. No es así en absoluto: mi papel, todo mi esfuerzo se va a dedicar, se está dedicando ya, a impulsar y aprobar las reformas. Y esto no tiene vuelta de hoja: pase lo que pase, las reformas no van a dejar de hacerse", insistió con una contundencia quizás más destinada al exterior del Congreso que a los propios diputados.

Gómez advierte que "pase lo que pase, los cambios no dejarán de hacerse"

La reforma más demandada por mercados y organismos internacionales, la de pensiones, se abordará hoy en una comparecencia monográfica del ministro ante la comisión del Pacto de Toledo que debate el futuro del sistema. Gómez esbozará su reforma, pero sin conclusiones cerradas porque aún espera las recomendaciones del Parlamento para concretar los cambios en el primer trimestre del año. Como pista, señaló que la reforma deberá modificar la política de prejubilaciones, el alargamiento de la vida laboral y el periodo cotizado que se toma para calcular la pensión. PNV y CiU mostraron disposición para llegar a un acuerdo, pero nada hace pensar que el Partido Popular vaya a sumarse. La discusión entre el diputado popular José Ignacio Echániz y el ministro se volvió tensa hasta el punto de que el presidente de la comisión, Juan Barranco, amenazó con expulsiones de la sala si no cesaban las interrupciones.

A la espera de los anuncios en pensiones, Gómez avanzó que su departamento trabaja en un redefinir el subsidio de 426 euros que se percibe cuando se agota el resto de prestaciones para ligarlo a políticas activas. La idea es que esta ayuda se otorgue cuando el parado acceda a un proceso de formación. Y aseguró que en las próximas semanas se aprobarán cambios en el régimen de empleadas de hogar para que coticen desde la primera hora trabajada y puedan ser contratadas a través de empresas. Entre esas mejoras no es previsible que figure la prestación por desempleo, advirtió.

Sin querer abandonar su talante negociador, Gómez dejó claro que ha llegado el momento de actuar. "En la primera parte de la legislatura se ha dialogado más pero se ha decidido menos. Ahora, aunque dialogando, no podemos dejar de gobernar. Las decisiones no pueden aplazarse", concluyó.