Con los niños a todas partes
El Espanyol, cuarto, remodela su fútbol base y es el tercer equipo con más canteranos
"¿Mercado de invierno? ¿Y a quién tenemos abajo para cubrir el puesto?" El Espanyol, de una vez por todas, cumple el deseo de su presidente, Daniel Sánchez Llibre: "El entrenador debe tener claro que la cantera es la principal fuente del equipo". Y ha cambiado su política deportiva desde que, hace dos años, llegaron el técnico Mauricio Pochettino, formado en la cantera argentina de Newell's, y el director deportivo Ramon Planes, con un porrón de años en el fútbol aficionado.
Desde entonces, el fútbol base es la piedra filosofal del Espanyol, el tercer equipo con más canteranos en la plantilla (nueve: Chica, Víctor Ruiz, David García, Dídac, Javi López, Javi Márquez, Corominas, Baena y Galán) -por detrás del Athletic (14) y el Barça (10)-, además de otros cuatro juveniles (Amat, Molina, David López y Álvaro) asiduos a las convocatorias. Ya no se fichan jugadores de perfil medio a coste económico. "No es porque estemos tan mal económicamente", matiza Planes, "sino porque creemos en el valor de la cantera". Ahí está el resultado: el equipo es cuarto en la Liga.
Ya no hay primas para los agentes y se han reducido los salarios de los jugadores
Los chavales pagan 100 euros por hacer una prueba si no les envían los ojeadores
Desde hace unos meses, los representantes de los jugadores del fútbol base se agolpan a la puerta del despacho de Antonio Morales, director del área. Con malas caras y peores palabras. Sobre todo, los del filial, que se llevaban cantidades ingentes de dinero por partidos jugados o por incentivos. Ya no hay primas para los agentes y se han reducido los salarios de los futbolistas. En el filial, además, se han rescindido 26 contratos. "Fue problemático y todos amenazaron con irse del Espanyol. Pero nadie se ha ido", explica Morales; "el premio gordo se dará cuando debuten con el primer equipo". Como han hecho en esta temporada el zaguero Galán, los medios Javi López, Molina y David López y el ariete Álvaro.
"Eso es gracias a la valentía de Pochettino", amplía Planes. "Porque es capaz de poner a un chaval de 17 años de titular y a un fichaje en la grada", apostilla Morales. "Es muy importante que no solo salgan centrales como antaño", convienen desde el área deportiva. La otra decisión ha sido la de reducir las edades medias de los equipos, del filial al cadete B. En el Espanyol B, por ejemplo, se ha pasado de los 24 años a poco más de 20. Una medida discutida porque el equipo no destaca en Tercera, tras perder la categoría.
El filial debe jugar con el 4-2-3-1 -igual que el primer equipo- y el resto de conjuntos con un 4-4-2. "Menos contra el Barça, el Espanyol gobierna siempre los partidos y no puedes jugar con solo un punta", desvela Ferran Manresa, el coordinador del fútbol base. El Espanyol apenas se fija en los jugadores de fuera de Cataluña, aunque tiene un par de ojeadores nacionales. "Estamos convencidos de que el rendimiento de un futbolista de fuera de Barcelona puede resultar de un nivel inferior al local por entrar en una nueva sociedad, por la separación de los padres y amigos, por una nueva convivencia...", argumenta Morales. Por eso el club ha decidido centrarse en Cataluña y fichar dentro de dos radios de acción. Uno de 30 kilómetros a la redonda, donde los padres son los encargados de llevar al niño al entrenamiento, y otro de 50 kilómetros, que prevé ayudas económicas para los desplazamientos. "Los jugadores de fuera suelen costar un 55% más que el resto", conviene Morales, al tiempo que revela que en los últimos 10 años solo Gorka Iraizoz (Athletic) y Julián han debutado con el primer equipo habiendo llegado de fuera de Cataluña. El presupuesto total del fútbol base se ha rebajado en una temporada en 900.592 euros. Se han reducido sobre todo los sueldos de los jugadores: la mayoría ha pasado de 150.000 a 18.000 euros.
La dirección deportiva ha tomado una medida muy molesta para los agentes y los padres de los jugadores, pero provechosa para sus arcas. Una medida que no toman clubes como el Barça, el Atlético, el Villarreal, el Sevilla o el Madrid. Cualquier niño que vaya a probarse en el Espanyol y no sea recomendado por uno de sus ojeadores deberá pagar 100 euros para hacer la prueba. Si gusta, solo paga el primer día de entrenamiento. "Es una especie de freno porque hay semanas en las que vienen de 10 a 15 chavales y eso también entorpece la preparación de los jugadores", expone Morales. Si el futbolista se queda en el club, devuelven el importe pagado. En los dos últimos años han pasado más de 500 niños y solo se han quedado dos.
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