Expediente por "conducta impropia"
La UEFA decidirá el martes si sanciona a Mourinho, Dudek, Xabi, Casillas y Ramos
La UEFA ha abierto un expediente disciplinario contra el Real Madrid, confirmó ayer en su página web. Por "conducta impropia" de su técnico, José Mourinho, y de cuatro jugadores: Xabi Alonso, Sergio Ramos, Iker Casillas y Jerzy Dudek. Los protagonistas de la parte final del partido de Champions contra el Ajax del martes.
Xabi y Ramos se hicieron expulsar -por pérdida de tiempo- para llegar a octavos con una amarilla en lugar de dos. Mourinho fue el ideólogo, aunque lo desmintiera ante los medios -"no me gusta que nos saquen tarjetas por parar el partido cuando estaba resuelto", dijo-. El técnico, primero se acercó a Xabi aprovechando un parón de juego y le habló al oído (vio la segunda amarilla al rato) y luego, tras comentarlo con Chendo, el delegado, convirtió a Dudek, el meta suplente, en paloma mensajera. Dudek se acercó a Casillas con una botella de agua -el reglamento prohíbe que los jugadores se acerquen al césped si no es para calentarse- le dijo algo al oído. Casillas, a su vez, se lo dijo a Ramos, que buscó la segunda amarilla poco después. "Era una consigna de juego y afortunadamente salió bien", comentó Casillas.
El Madrid sostiene que no hay ningún artículo del reglamento que sancione la conducta
La UEFA intentará aclarar si hubo intencionalidad en la actuación de los madridistas y el martes 30, tras la reunión del Comité de Control y Disciplina, comunicará las eventuales sanciones. Pueden ser económicas o disciplinarias. El Madrid, que enviará alegaciones, sostiene que no hay ningún artículo del reglamento que sancione el comportamiento de sus jugadores y que en la conducta impropia "cabe todo".
Pero hay antecedentes. En 2008, Juninho y Cris, del Olympique de Lyon, forzaron sendas cartulinas en un Olympique-Fiorentina para llegar limpios a octavos. La UEFA les multó con 7.500 euros. En Alemania, Ordenewitz, del Colonia, forzó en un partido la segunda amarilla para poder disputar la final de Copa contra el Werder en 1990. Lo hizo a petición del técnico, Erich Rutemöller. Él mismo lo reconoció al final del partido. "El jugador me preguntó que debía hacer [ya tenía una amarilla]. Entonces le dije "por el amor de Dios hazlo", confesó. Ordenewitz se perdió el siguiente partido de Liga, pero Disciplina entró de oficio y le impidió estar en la final. Este año Pinto, portero del Barça, fue sancionado con dos partidos por simular el silbido del árbitro, lo que se entendió como conducta impropia.
Mientras Del Bosque dijo que Sergio Ramos y Xabi hicieron lo que había que hacer, Arsène Wenger calificó ayer las autoexpulsiones de "imágenes con una pinta francamente horrible". El técnico del Arsenal dice que no quiere meterse con Mourinho sino reflexionar sobre lo que no hay que hacer en un campo de fútbol. "Debería haber sanciones, sí. Es una pena ver cosas así en un equipo grande, sobre todo cuando ves que esto da una mala imagen de nuestro deporte. La gente paga para ver fútbol, no esas cosas. Hay que ser completamente honesto: lo que hizo el Madrid es la mejor demostración de lo que no hay que hacer porque tuvo una pinta francamente horrible".
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