Montilla promete que repescará a Castells para ganarse a los catalanistas del PSC

Todo el género sobre la mesa, que quedan dos días de campaña y cada voto cuenta. Después de pedir el voto a parados, precarios, electores que votan en blanco y empresarios; después de anunciar que la del domingo es la última ocasión para votarle, ayer el candidato socialista, José Montilla, hizo un guiño al sector catalanista del Partit dels Socialistes (PSC) al anunciar en Manresa (Bages) que si vuelve a gobernar contará con el actual consejero de Economía, Antoni Castells, y el ex consejero de Cultura, Ferran Mascarell, en su Ejecutivo. Ninguno de los dos está en las listas. Los dos son críticos con las relaciones entre el PSC y el PSOE. Y comparten otra circunstancia: los dos suenan como candidatos a la alcaldía de Barcelona. Su gestión está fuera de duda y sus nombres, familias socialistas aparte, tienen tirón.

El candidato recibe el apoyo de un centenar de alcaldes socialistas

Montilla manifestó durante el mitin que si gobierna piensa contar con los mejores. "También con las personas más validas que hoy forman parte del Gobierno, diputados, personas que son del partido y que no se presentan en estas listas o personas que son independientes", dijo. Y se lanzó a avanzar nombres. "Para el área de Economía me gustaría contar con una persona de la validez de Antoni Castells, y para el área de conocimiento, con el compañero Ferran Mascarell". Castells dio portazo al PSC en verano, al anunciar que no quería formar parte de la lista, en protesta por lo que considera una excesiva sumisión a determinadas decisiones que se votan en el Congreso con el PSOE. En el caso de Mascarell, fue un efímero consejero de Cultura al final del primer tripartito, con Pasqual Maragall de presidente de la Generalitat. Actualmente es directivo de la editora RBA.

Montilla avanzó hace unos días su intención de unir las actuales 15 consejerías en cinco macroáreas: economía (con trabajo y turismo), conocimiento ( universidades, cultura y educación), territorio (vivienda, movilidad y medio ambiente), servicios sociales y salud, y seguridad y justicia.

Pese a las malas perspectivas de las encuestas, Montilla se lanzó a explicar las 25 primeras medidas que ejecutaría en los primeros 100 días de gobierno si resultara reelegido, todas centradas en la recuperación económica. La primera: convocar una cumbre contra el paro a la que llamaría a sindicatos y empresarios.

En el mismo acto electoral de Manresa acompañó a Montilla el ministro de Fomento, José Blanco, que aseguró que ganará y cargó con ironía contra la derecha: "Después de estar en Cataluña, el Papa autorizó el uso del preservativo y desde ese momento la derecha no ha dejado de moverse y ya no le dan miedo las relaciones de alto riesgo. No hay más que ver las manitas que están haciendo el PP y CiU".

Por la mañana, Montilla recibió el calor de un centenar de alcaldes socialistas en un acto celebrado en el barrio del Bon Pastor de Barcelona, en el que el alcalde, Jordi Hereu, ejerció primero de cicerone y luego de dicharachero maestro de ceremonias en la firma de un manifiesto de apoyo de los alcaldes al candidato.