La indefinición del Valencia

La última novedad fue un amago de clementismo. En su visita el sábado al Madrigal, Unai Emery se inspiró en Javier Clemente en la querencia por la acumulación de centrales: frente al Villarreal, alineó a tres -David Navarro, Ricardo Costa y Stankevicius- a los que se unieron por momentos Maduro y Dealbert. El Valencia cometió 27 faltas, récord de la jornada, y se volvió a casa con un empate que, supuestamente, justificaba la apuesta conservadora del entrenador. La garra, dijeron algunos analistas, estaba recuperada. Y el equipo había vuelto a mudar su piel. Por enésima vez. Tal vez en un intento desesperado por cambiar su fortuna, ya que Emery, en su tercera campaña en Mestalla, no había conseguido todavía ganar a ninguno de los seis primeros. Y el Villarreal era uno de ellos.

El conjunto turco ha encajado nueve goles y no ha marcado ninguno

El Valencia recibe hoy al Bursaspor en Mestalla más pendiente de lo que suceda a 2.500 kilómetros de distancia, en Ibrox Park, el campo donde el Glasgow Rangers acoge la visita del Manchester United. El conjunto de Emery da por supuesta su victoria ante el débil rival turco, incapaz de marcar un gol ni de sumar un solo punto en los cuatro encuentros anteriores (han encajado, en cambio, nueve tantos). Y al Valencia le interesaría que el United puntuara en Glasgow para, en la última jornada, no tener la obligación de ir a puntuar a Old Trafford.

Como referencia, el Valencia cuenta con el último partido de Champions en Mestalla, el 3-0 que le endosó al Rangers, una notable actuación en la que dominó de principio a fin, tratando de demostrar que, detrás del Manchester, es el mejor equipo del grupo. O incluso delante de los red devils, pues, salvo en los puntos, el Valencia lidera todas las demás estadísticas importantes. Los goles a favor, ocho, tres más que el United y seis más que el Rangers. Los córners, 38, 20 más que el Manchester. Y la posesión del balón, un 58%, dos puntos más que los chicos de Alex Ferguson, además de los disparos a puerta. El United, eso sí, ha forjado su liderazgo del grupo en la defensa: el portero Van der Sar no ha recibido hasta ahora ni un solo tanto.

Sin David Navarro, Mathieu y Miguel, convalecientes de diversas lesiones, además de los descartados Manuel Fernandes, Topal y César, pero con el regreso al equipo de Mata, Jordi Alba y Albelda, Emery volverá a formar una alineación diferente. El centro del campo ha dado tantas vueltas que resulta imposible reconocerlo.

Ausente Topal, la presencia de Albelda parece segura junto a uno de los dos acompañantes argentinos: Ever Banega o Tino Costa, el primero partidario del juego parsimonioso y elaborado; el segundo de desplazamientos más largos y directos. El Valencia cambia mucho dependiendo de si juega uno u otro, de la misma manera que varía de disponer de los dos delanteros -Aduriz y Soldado- o solamente de uno de ellos. En este último caso aparecería la figura de un enganche que no termina de convencer al entrenador vasco. A fin de hacer olvidar a Silva, Emery probó con Mata, Chori Domínguez y, finalmente, con Isco, el malagueño de 18 años que irrumpió en la Copa del Rey con dos golazos frente al Logroñés. Los tres están en la convocatoria, aunque solo Mata, y por la izquierda, tiene la titularidad asegurada. El propio Mata ya fue relegado a la suplencia en el partido más difícil hasta la fecha, el que perdió el Valencia en el Camp Nou ante el Barça (2-1).

El más titular en el Valencia es Ricardo Costa, central luso de 29 años recibido con escepticismo después de un discreto Mundial en el que, como lateral derecho, había sufrido la habilidad de Villa en el encuentro frente a España. Pero Ricardo Costa ha impuesto una jerarquía de central expeditivo y eficaz que recuerda vagamente al gran Ayala. Lo acompaña esta noche el holandés Maduro, reconfortado en las últimas semanas tanto por su participación con la selección holandesa como por el inicio de la jugada de gol de Aduriz el sábado en El Madrigal.