Un empresario burgalés atraído por el viento gallego

La cara del grupo burgalés dueño de Estela Eólica se llama Ginés Clemente Ortiz, un empresario muy conocido en Castilla y León presidente de Aciturri Aeronáutica. Es también un destacado representante de las pymes de esa región, antes como presidente de la Cámara de Comercio de Miranda de Ebro, donde nació, y ahora desde la Asociación de Empresa Familiar, cargo al que accedió a principios de este año.

El origen de su emporio está en un taller de mecanizados de precisión creado en el año 1977. Más tarde fundaría las firmas Spasa, CastleAero e Index, vinculadas con el negocio aeronáutico, de automoción, de bienes de equipo y energético. Su filial Gecal Renovables, dueña de Estela Eólica, que ha conseguido quedar tercera en el concurso eólico gallego, explota parques de una potencia de 237 megavatios en Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía y Galicia (el de Cova da Terra, en Lugo). Un portavoz de la sociedad explica que la compra, el pasado mes de mayo, de Estela Eólica, dos meses después de que Industria publicase la orden que abrió el concurso, responde a su interés por "encontrar un socio local tras analizar operaciones similares con otros promotores".

La compañía burgalesa solo tiene elogios para el concurso proyectado por el departamento que dirige Javier Guerra. "Tenía unas bases muy buenas, no creemos que contra él se vayan a presentar recursos", señalan. La macroplanta de tratamiento de basuras que se han comprometido a construir estará en marcha en 2014.

Industria gana

Al margen del negocio privado, la primera ganadora del concurso eólico será la Consellería de Industria. En el plazo de un mes a contar desde la notificación de la resolución del concurso a los interesados, éstos deberán depositar en la Dirección Xeral de Industria el equivalente al 2% de la inversión que comprometen. Sobre los 2.166 millones comprometidos suman 43,3 millones que serán reintegrados cuando las empresas cumplan con sus planes industriales.

Las cajas de ahorros, que concurrían por separado pero han recibido juntas la adjudicación, todavía no han desvelado su programa industrial. "Es muy pronto, no nos han notificado nada más allá de lo que han publicado los medios", admitían ayer en Caixa Galicia. No descartan la posibilidad, recogida en la convocatoria, de renunciar a su plan industrial e invertir en la sociedad de capital riesgo Sodiga para que financie proyectos similares.