Originalidad para sobrevivir a la crisis

Durante los años de la burbuja inmobiliaria, la carretera que va de Nules a Castellón era un lugar en el que encontrar trabajo resultaba cuestión de tiempo. Cientos de empresas relacionadas con la fabricación de pavimentos, crecidas y recrecidas sobre el ingente dinero de la construcción, tenían trabajo para miles y miles de personas. Todos hacían lo mismo, nadie innovaba. Al final, cuando la burbuja estalló, comenzaron los recortes de plantilla, el cierre de líneas de producción. ¿Por qué iba a sobrevivir este y no aquel si nada los diferenciaba? Ignacio Calvo, director general de

Alea Metal Experience, una firma ceramista de Burriana (Castellón), lo tuvo claro: innovar o morir.

Ignacio llevaba unos cuantos años en el sector; demasiados como para no saber que es una industria con muchos males endémicos (periódicas bajadas de venta, falta de colecciones novedosas...), "males que tan solo la innovación y la creatividad pueden romper", dice. Y así es como Alea Metal Experience descubrió la posibilidad de aplicar una técnica más original que novedosa para los pavimentos. "Descubrimos que se usaba el titanio para revestir grifos y aviones militares rusos y que de este modo se ganaba resistencia. Pensamos que era perfecto para usarlo en el alicatado de paredes, techos y suelos. Además, el acabado metalizado era algo diferente de lo habitual, así que creímos que podíamos sorprender".

Estaba claro lo que había que hacer. Ahora tocaba conseguirlo. "Fuimos a Rusia, donde compramos la maquinaria que necesitábamos, maquinaria que tuvimos que adaptar al clima de Castellón". Para febrero de 2005, todo el proceso estaba acabado "y tres meses después ya estábamos produciendo. Aunque fueron tres meses realmente duros, trabajando con personal que no tenía la formación necesaria e incluso pasando por momentos críticos como tener la pieza acabada, pasar el dedo por encima y quedarte con todo el titanio en la yema. Aquello fue realmente descorazonador", recuerda Calvo.

Pero los sinsabores quedaron atrás. Innovando, Alea ha conseguido modificar la tendencia de destrucción de empleo y recorte de cifras dominante en el sector. "Ahora somos 13 personas; vendemos con marca propia en mercados tan diferentes como Rusia, Estados Unidos, la Unión Europea, Oriente Próximo y Asia, y tenemos previsto facturar 900.000 euros a finales de este año. Para lograrlo ha sido muy importante el perfeccionamiento de nuestra cadena de logística. Creemos que una empresa no solo debe ocuparse de producir, producir y producir. Sin ocuparse de reducir plazos de entrega o controlar los stocks, se acaba teniendo problemas".

"Tenemos que convencer al mercado de que la innovación, además del aumento de la competitividad, da a nuestros productos un valor añadido sobre la competencia", dice con seguridad Calvo. Caminando por la fábrica, ya silenciosa al final de la jornada, explica el método que aplican: "Se trata de producir un recubrimiento físico (con el PVD, un sistema inicialmente utilizado sobre herramientas metálicas), en el cual el metal es vaporizado hasta formar una unión molecular con la superficie a recubrir. El recubrimiento se condensa, formando una película delgada y de aspecto metalizado sobre cada pieza". Parece sencillo, pero hasta que esta firma lo puso en práctica, nadie lo había hecho. Quizá por eso "en 2007 nos dieron el Premio Bancaja al Mejor Proyecto Empresarial de la Comunidad Valenciana".

Siempre con la innovación por bandera, en Alea siguen pensando que solo triunfarán si se reinventan y mejoran constantemente. "El departamento I+D+i trabaja en diversos proyectos: obtención homogénea de nuevas tonalidades metálicas (azules, cobres, verdes); metalizar nuevas superficies, como mármoles, granitos, resinas... Además, estamos muy interesados en incorporar el láser al proceso de recubrimiento. Creemos que así conseguiremos nuevas soluciones decorativas basadas en metalizados parciales, donde ya no quedaría recubierta la totalidad de la pieza y se podría combinar metal con otros colores". Lo dicho. Innovar o morir. -