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Crónica:FÚTBOL | 12ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Poco premio para el Villarreal

El cuadro de Garrido falla en el remate ante un Valencia muy defensivo

Los tiempos han cambiado en el fútbol valenciano. El Villarreal se siente grande y juega como tal, ambicioso y dominador. El Valencia se ha vuelto pequeño con una propuesta mezquina y especuladora. Aunque el fútbol no siempre premie a quien más ofrece. El Villarreal, por ejemplo, fue incapaz de conciliar la creación de juego con el resultado, lastrado por un remate escaso y defectuoso. Ante un Valencia sin estilo, encantado de cambiar de planes cuantas veces hiciese falta. De empezar con Maduro de mediocentro, retrasarlo al centro de la defensa, volver a subirlo a la media y acabar colocándolo de lateral derecho. Todo sin volverse loco. El empate deja más contento a Emery que a Garrido, mucho más cerca de la victoria. Extrañados ambos ante las 12 amarillas y una roja que enseñó el árbitro Estrada Fernández, una cifra exagerada para lo que ocurrió sobre el césped. En la banda, también expulsó a Raúl Garrido, segundo entrenador del Villarreal por llamarle "tonto".

VILLARREAL 1 - VALENCIA 1

Villarreal: Diego López; Ángel, Gonzalo, Marchena, Capdevila (Marco Rubén, m. 61); Cazorla, Bruno, Borja Valero (Senna, 69), Cani; Rossi y Nilmar. No utilizados: Juan Carlos; Mussacchio, Altidore y Matilla.

Valencia: Moyà; Bruno, Stankevicius, Navarro (Banega, m. 39), Ricardo Costa, Miguel (Dealbert, m. 57); Joaquín, Maduro, Tino Costa, Pablo; y Aduriz (Soldado, m. 75). No utilizados: Guaita; Domínguez, Isco y Vicente.

Goles: 0-1. M. 20. Aduriz empalma un centro de Joaquín. 1-1. M. 72. Centro de Bruno que remata Rossi.

Árbitro: Estrada Fernández. Expulsó a Raúl Garrido (m. 62), segundo técnico del Villarreal, con roja directa por decirle "Que tonto eres", y a Stankevicius (m. 80) por doble amarilla. Amonestó a Maduro, David Navarro, Borja Valero, Banega, Bruno, Joaquín, Cazorla, Tino Costa, Dealbert y Senna.

Unos 23.000 espectadores en El Madrigal.

El árbitro enseñó 12 amarillas y una roja y Capdevilla sufrió un esguince de tobillo
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El siempre infravalorado Maduro abrió el camino al Valencia con un pase rápido y profundo, al espacio, que Joaquín y Aduriz convertirían en oro. El centro del gaditano lo empalmó de primeras el vasco, suavemente, ayudado por el involuntario toque de Gonzalo.

Sin la obligación de llevar la iniciativa, el conjunto de Emery se sintió liberado, cómodo con un juego directo, feote, sin pretensiones. Morder, recuperar y largar a los de arriba. Emery dispuso una alineación para contraatacar, con tres centrales, dos carrileros y dos extremos en funciones de interiores (Joaquín y Pablo), acompañantes del único punta, Aduriz. Liberado de tareas defensivas, Joaquín le hizo daño a la zaga amarilla. A su aire, el gaditano es un jugador temible, capaz de inventar en cualquier rincón.

El placaje a Nilmar de David Navarro, digno del Seis Naciones, retrató cómo se las gastaba la defensa de Emery. Navarro, sin embargo, se retiró poco después lesionado. Y el delantero brasileño, una exhalación acostumbrado a irse con facilidad de los defensas, apenas pudo escapar de los grilletes de Ricardo Costa.

Fiel a su estilo, el Villarreal trató de masticar el partido, impulsado por el fútbol en vena de Cazorla y Borja Valero. Les costó darle fluidez a la pelota, repelida por el campo de minas valencianista. Capdevila asumió el protagonismo atacante amarillo, filtrándose entre los numerosos zagueros, aunque sin fortuna en el remate: un flojo disparo con la derecha, su pata de palo; y un gol anulado por un inexistente fuera de juego.

Cada equipo redobló su apuesta tras el descanso. Emery dio entrada a su cuarto central, Dealbert, mientras que Garrido prefirió a un delantero, Marco Rubén, por Capdevila, lesionado con un esguince en el tobillo izquierdo. Apuntalado por un Marchena imperial, el Villarreal atacó con todo y Nilmar empezó a encontrar huecos. También Rossi, que empaló con la derecha un centro de Bruno, ahora en funciones de lateral. Tras el empate, Emery subió a Maduro a la media y recuperó el 4-5-1. Entró Soldado. Se estiró el Valencia antes de que Stankeviciuis estirara el brazo, golpeara en la cara de Marco Rubén y fuera expulsado. La persistencia de Cazorla chocó contra la inoperancia de sus delanteros. Y contra el aire distraído de Maduro. A su manera, el mejor de su equipo.

Nilmar intenta controlar el balón ante la oposición de Tino Costa.
Nilmar intenta controlar el balón ante la oposición de Tino Costa.AP

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