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Los años noventa salen a bailar

Primal Scream rescata en una gira su 'Screamadelica' - El 'tour' marca la vuelta del rock más hedonista de su era

"El disco más importante que Creation editó jamás fue Screamadelica de Primal Scream. Cambió la dirección del pop. Fue un momento capital", dice Alan McGee, el que fuera capo de ese sello británico. Cuando se cuenta esto a Bobby Gillespie, líder de aquella banda, al otro lado del teléfono resuena una carcajada atronadora. "Es lo más gracioso que he escuchado en mucho tiempo", grita socarrón desde el aeropuerto de Londres donde espera el avión que le traerá a Madrid.

Hoy abrirán en La Riviera el Screamadelica tour, la gira en la que tocarán entero ese disco publicado originalmente el 23 de septiembre de 1991. Una decena de fechas que les llevarán a Barcelona el sábado y a Australia y Nueva Zelanda antes de terminar en Reino Unido. Pero el origen de todo esto está en el concierto que darán el 27 de noviembre en el Olimpia Grand Hall de Londres. "Las 10.000 entradas se vendieron en una hora", asegura Gillespie.

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¿Qué tiene de especial Screamadelica? Todo. Desde la cubierta, del artista Paul Cannell, fallecido en 2005, una de las diez "portadas clásicas", que el Royal Mail ha elegido para una serie de sellos, hasta el contenido. El primer disco de Primal Scream, Sonic flower goove, en 1986 era puro pop psicodélico californiano de los años sesenta. El segundo, Primal Scream (1989), más roquero, entre los Stones y MC5, pero igual de retro. Entonces llegó el segundo verano del amor: 1989, la época dorada del acid house y las raves. "Nos dimos cuenta de que lo que nos gustaba del rock estaba en la música de baile. La energía de los Stooges era sexual y te hacía bailar. Con el rock moderno no bailabas, no era funky. Fuimos a los clubs, tomamos éxtasis y la energía estaba allí, en el acid house. No en los bolos de música indie. Créeme, estuve allí. En esos no había fuerza. No había sexo".

Conocieron al DJ Andy Weatherall que convirtió una de sus viejas canciones en Loaded, el tema estrella un maxisingle que se publicó en 1990. La primera vez que el indie rock se fusionaba con el dance. Ese es el cambio de dirección del que hablaba McGee. "El disco vendió 100.000 copias y a partir de ahí nos pusimos a trabajar durante meses en nuestro propio estudio" confirma, Bobby Gillespie. Un repaso a las reseñas de ese álbum permite leer una ristra de superlativos que hablan de su importancia. Fue un seísmo, ganó el primer Mercury Prize de la historia y trazó una ruta la de la fusión hedonista del rock y el baile, hasta entonces dos mundos paralelos, que hoy está ya completamente asumida. No falta en ninguna lista de los álbumes fundamentales de los noventa.

Y hasta hoy, nunca lo han tocado entero. "Aunque se habla de Screamadelica como de un disco dance, muchas de las canciones son baladas ensoñadoras. Hace 20 años no las tocábamos, Nos centrábamos en los temas para bailar. Era un reto para nosotros como banda. Hemos estado ensayando las últimas cuatro semanas. Y suena increíble".

"Aquella fue una buena época", decía McGee cuando presentaba Upside down: the Creation records story, el documental sobre su sello. un largometraje básico para entender esto y que se estrenó hace unas semanas. "La gente empieza a valorarla".

Las tendencias son cíclicas, todo se recupera 20 años después. Así, Screamadelica tour, el documental, el éxito de la nueva gira de los escoceses Teenage Fanclub, la aparición de géneros del baile como el mutant house, o la calurosa acogida que ha tenido el anuncio de la vuelta de los británicos Pulp, diez años después de su disolución, parecen presagiar un regreso inminente de losprimeros años noventa. De momento, el año que viene se reedita Screamadelica, remasterizado y en un paquete de lujo, por su 20º aniversario. "Es solo un disco. Nosotros nunca nos hemos ido", apuntilla distante Gillespie.

Primal Scream en 1992
Primal Scream en 1992
Fotograma de Upside down.
Fotograma de Upside down.

Los discos que marcaron una época

- Cuando Alan McGee dice que Screamadelica es el disco más importante de los publicados por Creation, no es porque no tenga donde elegir. What's the story? Morning glory de Oasis, publicado en 1995, vendió 23 millones de copias.

- Bandwagonesque, de Teenage FanClub (la semana que viene inician gira española), consiguió entrar en el mercado de EE UU en 1991 gracias al apoyo de Spin Magazine, que lo eligió como el mejor del año, por delante del Nevermind de Nirvana.

- El disco Loveless, del grupo irlandés My Bloody Valentine, abrió, también en 1991, caminos sonoros inexplorados hasta entonces. La vuelta de la banda en 2008, después de 13 años, parece hoy un adelanto del Screamadelica tour.

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