Feijóo salva de los recortes al único hospital privado de la red pública
El hospital privado, que amenazó con despidos, se garantiza 73 millones anuales
Povisa ya tiene lo que quería. Las amenazas de despidos masivos en el hospital privado, el de referencia para 143.000 personas del área sanitaria de Vigo, han ablandado la postura de la Xunta, que ha accedido a prorrogar por un período indeterminado el millonario concierto entre el Servizo Galego de Saúde (Sergas) y el policlínico de Vigo, por el que este ingresa unos 73 millones de euros anuales. El acuerdo fue adoptado ayer por el Consello de la Xunta, a apenas mes y medio de que venza el convenio en vigor, que data de 2000. La prórroga no tiene más límites temporales que el acuerdo para un nuevo concierto, que Povisa negociará con la garantía de los 73 millones anuales.
"Estamos mandando un mensaje de tranquilidad a los trabajadores, a los pacientes y, supongo, al equipo directivo del hospital", declaró Feijóo, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Gobierno gallego. Una vez asegurados los ingresos procedentes del Sergas, que significan el 74% de la facturación total de Povisa, la Consellería de Sanidade y la dirección del centro seguirán negociando el nuevo concierto. Hay acuerdo en que sea por un plazo de 10 años, a pesar del cambio radical que experimentará la sanidad en Vigo en torno a 2014, cuando entre en funcionamiento el nuevo hospital.
La Xunta dice ahora que el nuevo hospital "intentará" equilibrar oferta y demanda
La moratoria de Sanidade satisface las demandas de los dueños de Povisa
Pero el objetivo de este nuevo hospital, matizó ayer Feijóo, es el de "intentar" que se equilibre la oferta con la demanda sanitaria en Vigo, lo que introduce en el discurso de la Xunta un margen de incertidumbre inédito hasta la fecha. De lograrse ese equilibrio, Sanidade podría prescindir del lastre que supone para las arcas autonómicas el concierto con el hospital privado. Sin embargo, la Xunta está anticipando que la colaboración con Povisa va para largo. De un lado, lo hace implícitamente al negociar un convenio que va seis años más allá de la puesta en marcha del nuevo hospital. Además, Feijóo vaticinó que "dentro de tres o cuatro años", la Xunta seguirá "hablando con Povisa, como no podía ser de otra manera", para definir su papel en el área sanitaria viguesa.
La prórroga del concierto se produce después de que la clínica viguesa, propiedad de la familia Silveira, amenazase con dejar en la calle a 1.200 empleados y privar de atención sanitaria a los pacientes que lo tienen asignado como hospital de referencia, en su mayor parte de la zona de O Morrazo. En las negociaciones con el Sergas, el policlínico reclamaba garantías de que, a partir del 1 de enero, el concierto actual estaría en vigor, que es lo que acaba de formalizar el Gobierno gallego.
Feijóo no ocultó que el paso dado ayer por su Gobierno era el que quería Povisa. "Como se quería una explicitación de la prórroga automática hasta que haya un nuevo concierto, es lo que la Xunta acaba de aprobar", declaró, aunque añadió: "Es exactamente lo que queríamos hacer desde el primer momento". Tampoco pasó por alto el presidente gallego las ventajas que para Povisa tiene la prórroga. Así, resaltó que, en un momento en el que los Presupuestos de la Xunta se reducen un 10,8%, las aportaciones del Sergas al hospital vigués no disminuirán. "La Xunta está haciendo un esfuerzo para garantizar que en el área sanitaria que cubre Povisa no se disminuye un solo euro", declaró el presidente. "Es el mejor mensaje que se puede dar", añadió.
La prórroga automática del concierto renovado por última vez en 2000 permitirá a Povisa "planificar adecuadamente" la continuidad del servicio y, según Feijóo, "imposibilita cualquier expediente de regulación de empleo" que la empresa "pudiera tener intención de presentar". Ese último convenio contiene una cláusula que establece que, en caso de vencer el período de vigencia, la Xunta podrá acordar que el centro hospitalario "siga prestando el servicio por razón de interés público durante el tiempo necesario hasta la formalización de un nuevo acuerdo". La cláusula no hace referencia a las condiciones económicas de esta prórroga, que la Xunta mantendrá en los mismos términos que viene aplicando hasta ahora. El anuncio de un expediente de regulación de empleo provocó en las últimas semanas movilizaciones del comité de empresa, que el pasado martes se suspendieron a la espera que se produjera la prórroga aprobada ayer.
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