Un escritor sin palabras

Para ser escritor, Josep Piera (Beniopa, 1947), casi se ha quedado sin palabras al ser preguntado por su nombramiento, ayer, como hijo redilecto de Gandia. No cabe duda que la emoción le embarga. En primer lugar, porque es su propia ciudad la que le honra y porque así lo han decidido, por unanimidad, todos los representantes del Ayuntamiento de Gandia.

"Es una de las cosas que menos me podía esperar en esta vida, que mi propia ciudad me honre, porque para mí esto no es un premio, es un honor", manifestó ayer. Piera se sintió "emocionado y contento al mismo tiempo": "Me siento conmovido y honrado por el nombramiento, en el sentido más noble de la palabra, porque no he hecho nada más que hacer lo que he hecho toda mi vida, escribir", refirió.

El autor de Beniopa recibe el nombramiento por unanimidad

"Es una de las cosas que menos me podía esperar en la vida".

El escritor agradeció que este reconocimiento le haya llegado en vida: "Siempre digo que cuanto más azúcar, más dulce. Más vale vivir las cosas, que no que te las cuenten".

Autor de obras como Jo sóc aquest que em dic Ausiàs March, en homenaje a la ciudad de Gandia y su ilustre personaje, Piera escribió una segunda biografía dedicada a Francesc de Borja, otro gandiense. "Como hijo de Gandia, ahora predilecto, quiero que los gandienses tengan viva la memoria de su ciudad, de su cultura y aprendan a ser ellos mismos, como yo he intentado ser toda la vida. Ser yo mismo y hacer lo que me gusta, que es escribir, escribir y decir lo que siento con las palabras", manifestó.

Piera, impulsor de L'Any del Tirant y de revistas literarias, ha ganado hasta nueve premios, entre ellos, el Ausiàs March de poesía, el Joanot Martorell de narrativa, o el Premi de la Crítica del País Valencià. Para Piera, un premio es algo a lo que uno, al principio, se presenta como estímulo para publicar su libro, y después, para dimensionar su obra. Respecto al futuro, Piera explicó ayer que no se plantea lo que tiene que hacer: "Solo estoy disponible para sacar lo mejor de mí y lo que venga, vendrá. La vida es la que tiene que venir a mí, yo no voy a buscar las cosas".

Su trayectoria profesional como narrador empezó con la novela Rondalla del retorn, en 1977. Mucho ha cambiado desde entonces, tanto él, como sus más de 30 obras publicadas. "Me miro en el espejo por las mañanas", relata, "y veo por una parte que soy el mismo de siempre, pero por otra parte veo que la vida nos cambia física, mental y emocionalmente. Siempre estamos cambiando y al mismo tiempo siempre somos los mismos"

El nombramiento de Piera como hijo predilecto se enmarca en los actos de la Semana Literaria Ciutat de Gandia y con motivo del V Centenario del Nacimiento de Francesc de Borja.