La mejor cantera del arte español

Sergio Belinchón ha tachado al malo. Y al feo. Y hasta ha prescindido del bueno. Los ha desplazado del plano. Que nadie espere ver a Lee van Cleef, ni a Eli Wallach ni a Clint Eastwood en la película realizada por el artista valenciano. Ni a ellos ni a ningún otro personaje, porque Belinchón (1971) ha repetido el mítico filme de Sergio Leone plano a plano pero sin presencia humana. Eso sí, con la inolvidable banda sonora de Ennio Morricone. Y esa, El bueno, el feo y el malo, pero con los sustantivos tachados, es su aportación a la exposición inaugurada ayer en el Centre del Carme, titulada Desplazamientos y organizada por Caja Madrid en colaboración con el Consorci de Museus. Una muestra que pretende ser un recorrido por lo mejor de la cantera del arte español. José Guirao, director de La Casa Encendida (fundación cultural de la caja) y antes del Reina Sofía, explicó ayer que este encuentro, que cumple 10 ediciones (antes con el nombre de Generaciones) enseña las creaciones de "11 artistas fundamentales", aunque otros podrían estar en la selección y no lo estén.

Y entre esos fundamentales también destaca María Bleda (Castellón, 1969) que junto al albaceteño José María Rosa ejecutan en Tipologías un ejercicio de relaciones entre fotografías y descripciones de elementos que están o podrían estar en la foto.

En la muestra todo halla un sentido al concepto desplazado, como el activismo arquitectónico de Santiago Cirugeda, las señales vueltas del revés de pueblos olvidados bajo el agua de Ibon Aranberri o los globos terráqueos con la cartografía de los sexos masculino y femenino de Cristina Lucas.