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Un juez decidirá sobre la retirada del nombre falangista de una calle

La familia de Juan Canalejo demanda al Gobierno coruñés

La única hija de Juan Canalejo, jefe de la Falange en A Coruña en 1935 y 1936, asegura no oponerse a que se retire el nombre de su padre de una calle de su ciudad natal, pero sí a que el Ayuntamiento se ampare para hacerlo en la Ley de Memoria Histórica, que obliga a eliminar toda simbología franquista. Esa es la razón que esgrime María del Carmen Canalejo Lorenzo para recurrir ante los tribunales el acuerdo municipal de septiembre de 2009 que suprime honores y rebautiza vías públicas dedicadas a Franco y sus colaboradores.

"No se le puede aplicar esa ley porque no está demostrado con rigor y datos históricos que participara en el alzamiento del 18 de junio de 1936, ni en la conjura militar" que desembocó en el golpe de Estado y la Guerra Civil, alegó el abogado de Canalejo tras declarar ayer los testigos ante el Juzgado número 3 de lo Contencioso-Administrativo.

El juzgado deberá dictaminar si Canalejo participó en el alzamiento

No obstante, los tres miembros de la comisión que elaboró para el Ayuntamiento coruñés el informe con la lista de simbolos que debían suprimirse para cumplir con la Ley de la Memoria Histórica sostuvieron ante el juez todo lo contrario. En opinión de estos asesores, en cuyo trabajo se basó el pleno municipal, está suficientemente probado que Juan Canalejo (1897- 1936) fue "el organizador de las milicias armadas falangistas" en A Coruña y "complicado en la conjura previa a la sublevación militar".

A preguntas de los letrados, estos tres asesores, los historiadores Luis Lamela y José Manuel Alfeirán así como Manuel Monge, presidente de la asociación coruñesa por la Recuperación da Memoria Histórica, explicaron que existen numerosos documentos, testimonios y pruebas que sitúan a Canalejo como activo participante en la conjura militar que dio lugar al golpe de Estado. "Por esa razón fue encarcelado", incidió Lamela, con toda la cúpula falangista en Madrid, en mayo de 1936. Y fue fusilado, junto a otros, por la República en noviembre de ese año sin ser juzgado, en Paracuellos de Jarama.

"El alzamiento del 18 de julio comenzó tras las elecciones con la conjura militar y Canalejo estaba en ella, por eso le reconocieron méritos muy destacados que no le dieron a otros falangistas", apuntó este historiador. Si el Ayuntamiento de A Coruña acordó en 1938 bautizar una calle con su nombre fue por ser "precursor del Glorioso Movimiento, maestro en la doctrina nacional-sindicalista y conductor de juventudes", según recogen las actas municipales. El abogado de la hija del falangista considera, sin embargo, que no está nada probado. "No es creíble que un hombre como él tuviera desde A Coruña peso para provocar, junto al General Mola y otros, una tragedia nacional como fue la Guerra Civil", ahondó el letrado. La hija de Canalejo no recurrió a la Justicia cuando la Xunta, en 2008, decidió, también por la Ley de Memoria Histórica, que el hospital coruñés dejará de llamarse Juan Canalejo.

Lenta supresión de los símbolos

Hace ya más de un año que el Ayuntamiento de A Coruña acordó cumplir con la Ley de Memoria Histórica de 2007 y suprimir parte de la abundante simbología franquista que perdura en calles y edificios públicos de la ciudad. Revocar los títulos honoríficos concedidos al dictador y sus colaboradores fue inmediato. Bastó una votación del pleno por mayoría, sin el apoyo del PP, único grupo de la oposición local. Pero, por el contrario, avanza muy lentamente el proceso para suprimir otros distintivos, entre ellos, rebautizar 22 calles.

En el salón de plenos del Ayuntamiento, en los escaños que ocupan los ediles socialistas, sigue impoluto el bajorrelieve en madera que representa a Franco con la Guardia Mora. Es uno de los "tesoros del palacio municipal" de María Pita, según se explica en un folleto informativo del consistorio para los visitantes, realizado para recordar la primera estancia en A Coruña del dictador "como jefe de Estado", en junio de 1939. Su supresión aún no tiene fecha.

De momento, el Ayuntamiento cumplió con la retirada de uno de los mayores símbolos del franquismo, la enorme estatua de Millán-Astray. Presidía una pequeña plaza del centro que aún conserva el nombre del militar. También se suprimieron las placas dedicadas al coronel golpista Cánovas Lacruz en otra vía pública. Y la única calle rebautizada es la avenida del Puerto, antes llamada Alférez Provisional. Hace unos días, cuando ya estaban cambiando las placas de la avenida General Sanjurjo con el nombre de Oza, hubo que pararlo porque faltan trámites administrativos. Fueron también retiradas las placas del Viaducto del Generalísimo, ahora sin nombre. Y están aún sin decidir los nombres de calles y plazas que siguen llamándóse General Mola, División Azul, Avenida de los Caídos, Juan Canalejo o Cabo Santiago Gómez.

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