Las ayudas públicas al sector lácteo no evitaron la crisis

"Ni las ayudas directas de la Xunta para afrontar la crisis láctea ni el adelanto del pago de la PAC [Política Agraria Común] sirvieron para regularizar la situación de profunda crisis en las explotaciones ganaderas gallegas". Es una de las conclusiones a las que llega la Memoria económica y social 2009 que ayer presentó el presidente en funciones del Consello Económico e Social (CES), Pablo Egerique. El documento destaca que la notable entrada de leche del exterior "provóco una caída de precios que, unida al aumento de los costes de producción, contribuyó a elevar los niveles de endeudamiento de las explotaciones". La Xunta dedicó de forma directa cerca de 20 millones de euros en subvencionar a casi 11.000 productores el año pasado. Cuando la depresión de los pagos a los productores estuvo a punto de provocar un colapso en las granjas, la Consellería de Medio Rural también intervino para adelantar a los ganaderos 50 millones que debían cobrar de Bruselas a través de la PAC. Ese abono de anticipos se produjo a la vuelta del verano, pero tampoco evitó una pérdida de ingresos de las explotaciones, que el CES cuantifica en 195 millones.

Las granjas lecheras recibieron 20 millones de la Xunta en 2009

La Xunta presumió entonces de ser la comunidad autónoma española que más esfuerzos económicos realizaba para salvar al sector. Pero erraba en el tiro. El CES insiste en que la solución va por otro camino: el de garantizar un marco adecuado para las relaciones entre la industria y los ganaderos, algo que exigen los sindicatos agrarios, para que no se pueda vender leche por debajo de su coste.

La memoria del CES también analiza el retroceso global del sector primario, donde la actividad pesquera y marisquera perdió un 6% de los ingresos pese a un aumento de la producción considerable. Aunque la crisis más profunda siguió estando en el sector de la construcción, con descensos en la licitación de obra pública autonómica superiores al 50%. En la industria comenzaron a percibirse señales de alarma en el naval y el textil, que se sumaron al descenso brusco de la construcción de automóviles iniciado en 2008.

Buena parte del informe analiza el descalabro en el empleo, que ha provocado que se duplique el porcentaje de hogares donde todos los miembros están parados. El número de beneficiarios de prestaciones por desempleo creció en 35.300 personas, y casi un millón cobra algún tipo de subsidio.

La ensalada de datos que ofrece el estudio incluye el preocupante aumento del gasto farmacéutico (del 6%), tanto por el coste medio de las recetas (14 euros) como por el número de prescripciones realizadas. También califica el 2009 como un mal año para las políticas antiincendios.

En resumen, un panorama con muchas sombras y pocas luces. Egerique destacó que "pese a los esfuerzos del Gobierno", las obras del AVE se demoran en ocho años sobre los plazos previstos. A 31 de diciembre de 2009, la mayor parte de los trabajos se encontraban en fase de estudio informativo o en proyecto. Solo 88,7 kilómetros del tren de alta velocidad del Eje Atlántico están en servicio, pero por el momento las locomotoras no superan los 160 kilómetros por hora.

Egerique defendió las fórmulas de cooperación con empresas privadas para construir hospitales, colegios o carreteras. Una fórmula que, según dijo, evitará que Galicia pierda "el tren de la modernidad". Sobre su cargo en el CES, que ocupa de forma interina desde 2008, apuntó que no tiene ninguna noticia de que Núñez Feijóo vaya a decidir sobre el futuro del organismo.