Materazzi da la medida del Inter
Un penalti a Ibrahimovic del veterano central, que hasta ayer solo había jugado diez minutos en la Supercopa italiana, agudiza la crisis del equipo de Benítez
Marco Materazzi cumplió 37 años en agosto. Lleva dos temporadas ejerciendo más de segundo entrenador en el vestuario que de cuarto central en el campo. Lleva dos temporadas jugando recortes de partido. Este curso había jugado diez minutos (en la Supercopa italiana). Anoche fue titular y tardó cuatro en derribar a Zlatan Ibrahimovic en el área. El árbitro pitó penalti y lo anotó el sueco. En cuatro minutos, el Milan ya iba ganando el derby. No necesitó más para ganar su primer derby como visitante desde 2004.
La presencia de Materazzi en el once representa tres cosas. La primera, las numerosas lesiones que ha tenido el Inter este año. Van 19 contando la de Diego Milito y la de Obi de anoche (el medio se retiró en el minuto 34 por un problema muscular y el argentino se quedó en el vestuario tras la primera parte). La segunda, el poco atrevimiento de Rafa Benítez. El técnico español podría haber optado por Santon, un joven lateral producto de la cantera neroazzurra y desplazar a Cordoba en el centro de la zaga. Prefirió la experiencia de Materazzi. Y la tercera, la decadencia del equipo Campeón de Europa. No queda nada del Inter que consiguió el triplete en mayo del año pasado. Era un equipo ordenado, con garra, fuerte físicamente. Y confiado.
Benítez, dicen en el calcio, tuvo coraje en aceptar el reto de coger las riendas de un equipo ganador. Pues parece habérselo cargado de un plumazo. Mantuvo el esquema táctico de Mourinho durante los primeros partidos de Liga explicó que para experimentar hacían falta más entrenamientos y coger más confianza- y luego es como si hubiese perdido el rumbo. Desde la derrota en la Supercopa contra el Atlético, el Inter nunca ha dado buenas sensaciones.
Benítez ha pedido a gritos algunos fichajes para el mercado de invierno -Massimo Moratti, el presidente, no se ha gastado un céntimo durante el verano para reforzar al equipo y encima ha vendido a Balotelli- y justifica los problemas del equipo con la plaga de lesiones.
Anoche no pudo contar con Julio Cesar, Maicon y Samuel. Sí recuperó a Sneijder, víctima de una anemia por cansancio acumulado. Pero el Milan de Allegri -en su primer derby, igual que Benítez- también tuvo que prescindir de Pato e Inzaghi. El entrenador del Milan sentó a Ronaldinho y recurrió a Pirlo solo en la segunda parte, cuando Gattuso ya llevaba una amarilla e iba camino de la segunda y de la tercera. Pero el cuadro de Allegri cuenta con un despliegue físico muy superior al del Inter, que anoche asustó a Abbiati únicamente con disparos desde fuera del área.
Benítez dijo que ganar el derby supondría una svolta [algo así como el cambio radical] para su equipo. También dijo que la clasificación no es lo importante. No lo es, de momento (están a seis del Milan y a cinco de la Lazio). Sí lo es la imagen que está dando su Inter. Lesiones aparte, el equipo no tiene juego, ni brillo, ha perdido chispa -solo Eto'o tiene ganas de pelearse-, está cada día más gris y ya no transmite la sensación de unión y solidaridad del año pasado. Una de dos, o no queda gasolina en el depósito o Benítez no ha conseguido motivar al grupo. Mal asunto para el Inter que no gana desde hace tres partidos y no marcaba tan pocos goles (13) desde la temporada 2000-01.
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