"Que la vida iba en serio..."

Nava de la Asunción, un pequeño pueblo de Segovia, fue el punto de encuentro. El poeta catalán Jaime Gil de Biedma (1929-1990) veía por televisión, con su pareja, El último cuplé, protagonizado por Sara Montiel. Un joven de 20 años, Pablo Sycet (Gibraleón, Huelva, 1953), con abrigo de espiguilla y muy nervioso, llamó a la puerta. En ese momento confuso y atropellado -de esos que cambian una vida-, surgió una amistad profunda que acompañó a ambos hasta la muerte del "poeta más influyente desde el 27 hasta hoy", como lo define Sycet.

La exposición La persona y el verbo. 20 años después de la muerte de Jaime Gil de Biedma, que se inaugura esta tarde en el Centro Olontense de Arte Contemporáneo (CODAC) de Gibraleón, es un paseo por algunos momentos de su vida y obra. Casi una veintena de fotografías tomadas por Colita, su compañera de batallas desde la juventud, le retratan con familiares y amigos. Se puede ver su complicidad con la editora Beatriz de Moura o escritores como Juan Marsé, Ana María Moix, Ana María Matute o Juan Gil-Albert.

La muestra reúne fotos y manuscritos del escritor, que murió hace 20 años

Pero también se ven las risas en la piscina de la Nava, junto a la Casa del Caño, ese lugar al que siempre regresaba. Allí pasaba largas temporadas en el enorme caserón de su familia. "Los mejores momentos de mi vida, los de la infancia, los viví allí", confesó en una entrevista. Y allí acudió en 1973 Pablo Sycet con Aurora Moreno Briz, novia de su hermano en aquel momento y que también procedía del municipio segoviano.

En la muestra, pueden leerse poemas manuscritos como Un cuerpo es el mejor amigo del hombre. Gil de Biedma se lo envió en 1975 a Sycet antes de publicarlo. "Te copio al dorso el único poema erótico que he escrito en estos últimos años", especificó. El poeta apenas tocó nada en la edición que saldría pocos meses después, salvo un penúltimo verso, que decidió añadir posteriormente, antes de editarse: "más franco que en mis brazos". La agenda personal del autor de libros de poemas imprescindibles como Compañeros de viaje, Moralidades y Las personas del verbo da muestra de sus vacilaciones. Gran parte de los versos aparecen tachados y reescritos.

Se exhibe también una edición de serigrafías realizadas a partir del poema De senectute por Julio Juste, Alfonso Medina y el propio Sycet; cuatro grabados del siglo XVIII que decoraban la casa barcelonesa del poeta, y un óleo sobre lienzo de Fred Aguilar, fechado en 1981, que recuerda los continuos viajes como alto ejecutivo de la Compañía de Tabacos de Filipinas. Primeras ediciones de todos sus libros, algunas dedicadas, completan este homenaje.

La muestra, que concluye el 8 de enero (fecha de la muerte de Gil de Biedma), incluye como actividad paralela diaria la proyección de un documental de La 2 con testimonios de familiares y personas cercanas al poeta. Durante casi una hora, la película incluye fragmentos de entrevistas con el propio poeta. En una de ellas dice Gil de Biedma sobre su poema No volveré a ser joven: "Para mi gusto, es el mejor que he escrito en mi vida". Es ese que empieza "Que la vida iba en serio, uno lo empieza a comprender más tarde...".