Telefónica crece en el mundo pero sufre en España

El sector de las telecomunicaciones sigue en plena crisis. Telefónica, Vodafone y, en menor medida, Orange, han sufrido en sus cuentas la debilidad del mercado español, afectado por la brutal caída del consumo. El caso de Telefónica es un buen ejemplo. La multinacional crece en el mundo y sufre en España. El grupo vio crecer sus ingresos totales de enero a septiembre en un 6% y su beneficio neto, sin los extraordinarios, en un 7,8%, mientras que en España, los ingresos cayeron un 3,8% y el beneficio operativo un 5,8%.

Telefónica se ha apuntado como plusvalías 3.476 millones al actualizar el valor de su anterior participación en Vivo en función del alto precio pagado para comprar el 30% que poseía Portugal Telecom. Eso ha hecho que el beneficio de enero a septiembre crezca un 65,6% hasta 8.835. También se contabilizaron extras negativos por la reestructuración en Alemania (202 millones) y la depreciación de la participación en el BBVA (191 millones).

El 67% de los ingresos del grupo proceden de fuera de España. Latinoamérica, con un crecimiento de los ingresos en el acumulado del año del 10,7%, representa ya el 42%. Reino Unido y Alemania dan un fuerte impulso a los ingresos en Europa, que crecen el 11,8% interanual entre enero y septiembre. Telefónica incorpora 4,1 millones de nuevos clientes entre julio y septiembre y roza los 282 millones de accesos, un 4,9% más que hace un año.

En el lado negativo, sufre la rentabilidad. El resultado bruto operativo no cumple los objetivos, aunque Telefónica espera que lo haga al cierre del año y el flujo de caja operacional cae un 3%. La deuda aumenta 12.000 millones en un año, sobre todo por la compra de Vivo. Y Telefónica tiene atrapados 1.300 millones en Venezuela que se resigna a empezar a repatriar en parte a un tipo de cambio peor que el oficial.