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Necrológica:IN MEMÓRIAM
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Tadeusz Jaroszynski, historia del sector naval

Tadeusz Felix Jaroszynski, fallecido en Madrid, el pasado 26 de octubre, a los 92 años, forma ya parte de la historia de la construcción naval en España. Tadeusz nació en 1918 en la localidad de Pulawy, la Atenas polaca, en el palacio de los Czartoryski. Allí, su padre, veterinario, que había prestigiado el apellido familiar como uno de los responsables de la caballería polaca durante la I Guerra Mundial, dirigía el centro nacional de investigaciones veterinarias y residía con su familia en una de las alas del palacio.

El joven Tadeusz, sin embargo, inspirado por los barcos del Vístula, decidió orientar su futuro por otros caminos. La II Guerra Mundial le sorprendió estudiando ingeniería en la ciudad de Gdansk y, formando parte del Ejército polaco (Armia Krajowa) en el exilio, terminaría recalando en Inglaterra. En una frágil embarcación abandonó Francia y consiguió, con otros compañeros, alcanzar el puerto de Plymouth. Nunca olvidaría el recibimiento que, bajo unas carpas improvisadas de lona blanca y con una taza de té, le dispensó un país que desde entonces sería el suyo. De él recibiría la lengua, la nacionalidad, la titulación como ingeniero naval y las oportunidades profesionales. Y en él conocería a su esposa Mary y fundaría una familia.

Como ingeniero de Lloyd's Register, una de las principales compañías mundiales en certificación e inspección de calidad, el desarrollismo español fue para el joven británico de origen polaco una magnífica plataforma profesional. En 1956 sería destinado a nuestro país, a la oficina de Cádiz y, tras varios años realizando una excelente labor en los astilleros de Puerto Real, pasaría en 1963 a ocuparse, ya en Madrid, de la dirección general de la compañía en España. Desde entonces, y hasta 1985, año en que le llegaría el momento de la jubilación, contribuyó a cimentar el prestigio de la empresa y a ampliar sus horizontes más allá del sector naval tomando parte, entre otros proyectos, en la certificación de centrales nucleares y de grandes obras de ingeniería medioambiental. Su contribución al desarrollo del sector naval español sería distinguida con la Orden del Mérito Civil.

Tadeusz nunca olvidó sus orígenes polacos. Orgulloso de sus raíces y de su pasado, no quiso simplificar su apellido, de no fácil pronunciación, por mucho que se lo recomendasen para, supuestamente, facilitar su integración fuera de su país natal. Tampoco desaprovechó ninguna oportunidad de ocuparse de los familiares que permanecieron en Polonia, a los que ayudó como pudo, especialmente en los difíciles años de ocupación soviética.

Su honradez, su dedicación y su generosidad fueron algunos de sus principales rasgos, como bien resaltó emotivamente el reverendo Ian Hutchinson en el sencillo oficio de cuerpo presente que se le rindió como tributo el día de su fallecimiento. Deja un ejemplo de integridad, bondad y compromiso. El recuerdo, imborrable, de una sencilla y buena persona. Es decir, todo a lo que razonablemente podemos aspirar.

Juan Cacicedo es periodista.

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