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Feijóo y el PP dan por adjudicado un concurso que no se falló aún

El presidente desveló que la goleta se encarga para beneficiar a firmas de Galicia

No hay adjudicación cerrada, ni siquiera propuesta de la mesa de contratación, pero tanto el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, como el PP y su diputado José Manuel Balseiro, insisten en que la Xunta pagará 1,6 millones de euros por construir una goleta del siglo XIX para ayudar a los astilleros de ribera gallegos a paliar la crisis. El parlamentario popular, residente en Cervo, donde es teniente alcalde, lleva meses pregonando que será en su comarca de A Mariña donde se lleve a cabo el proyecto y que los beneficios repercutirán en el municipio de San Cibrao. Balseiro se apresuró a anunciarlo tan pronto como el organismo Portos de Galicia, adscrito a la Consellería de Mar, convocó el concurso.

Una carpintería de Bermeo opta a la adjudicación, que aún no se ha fallado
Feijóo: "La decisión fue pactada por la consellería y astilleros gallegos"

El pasado 20 de julio, el ente autónomo publicó las bases en el Diario Oficial de Galicia y apenas una semana más tarde, el 26, Balseiro se reunía con el presidente de Portos, José Manuel Álvarez Campana, para anunciarlo a la prensa y avanzar que el proyecto busca "generar riqueza, gracias a la cultura del mar y hacerlo en la Mariña lucense, concretamente en San Cibrao". Efectivamente, el requisito "de construir la embarcación en la zona portuaria de San Cibrao" y de "entregarla a flote en dicho puerto" son dos de las exigencias del concurso, según consta en el pliego de prescripciones técnicas. Pero nada impedía a un astillero de fuera de Galicia optar al concurso siempre que cumpliera con esas condiciones.

Contra todo pronóstico, junto a la UTE San Ciprián, una agrupación de carpinterías de ribera de la zona de A Mariña, decidió pujar por la goleta Astilleros de Bermeo, SL, con 40 años de experiencia en el sector y más de 200 embarcaciones construidas. Cada una presentó un proyecto y Portos de Galicia aún no ha decidido la adjudicación: no hay propuesta de la mesa de contratación, si bien las valoraciones cuelgan ya de la web de Portos de Galicia.

Entretanto, la réplica de esa nave tradicional del siglo XIX se ha colado en el debate político. El líder del PSdeG, Pachi Vázquez, preguntó al presidente de la Xunta en la última sesión de control al Gobierno por qué había dinero para pagar una goleta de 1,6 millones de euros en estos tiempos de recortes y no para renovar el seguro colectivo de accidentes a 30.000 marineros.

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Feijóo se fue por las ramas, pero al día siguiente explicó a los medios de comunicación el sentido de esa inversión. Admitió que fue fruto de un pacto de la conselleira do Mar, Rosa Quintana, con astilleros tradicionales gallegos para fomentar su actividad. La respuesta del presidente tuvo como anécdota que Feijóo confundió los tradicionales astilleros de ribera, situados desde siempre frente al mar para nutrir de embarcaciones a los marineros, con los astilleros de la localidad de Ribeira, en O Barbanza.

Pese a su equivocación, dejó claro que el proyecto busca favorecer a las carpinterías gallegas, en crisis desde que la fibra empezó a sustituir a la madera, y que la iniciativa fue pactada por la conselleira do Mar con el propio sector. Al ser preguntado por los beneficios de esta inversión, el presidente lo explicó así, lapsus lingüístico incluido: "La rentabilidad de mantener los astilleros tradicionales en Galicia es alta y por eso toda la asociación de astilleros tradicionales, el sector de la madera en la ría de Arousa nos pidieron intentar ese proyecto y, por cierto, todas las organizaciones políticas de la zona, incluidos los nacionalistas, están de acuerdo con ese proyecto. Ocurre que hay políticos que dicen una cosa en Ribeira y otra en Santiago. Nosotros y la conselleira do Mar pensamos que era un modo de incentivar los astilleros tradicionales en madera que están en crisis grave por la sustitución de la fibra por la madera y ese fue el alcance de esa decisión pactada entre la Consellería do Mar y los astilleros tradicionales, creo recordar que de la Ría de Arousa".

Feijóo desveló ese acuerdo cuando el concurso todavía no se ha fallado. De hecho, corre el riesgo de acabar en los tribunales. Después de leer las declaraciones de los dirigentes populares, del propio Feijóo y las noticias de varios medios de comunicación locales, Astilleros de Bermeo sostiene en un escrito enviado a la Consellería do Mar que "de todas estas informaciones se desprende que el concurso estaba ya adjudicado antes incluso de ser publicado y mientras se estaba preparando". Y amenaza con recurrir la adjudicación en el juzgado.

Una firma vasca denuncia amaños en el concurso

La cantinela del beneficio que supondrá para los astilleros gallegos construir la goleta, entonada por dirigentes del PP y el propio Feijóo, no fue lo único que puso sobre la pista al astillero vasco sobre un posible amaño de la adjudicación, todavía sin cerrar. En cuanto comprobó las puntuaciones de la mesa de contratación, la firma de Bermeo envió un durísimo informe a Portos de Galicia y la Consellería do Mar.

El escrito relata que durante su "amplia experiencia en concursos públicos, jamás había encontrado un pliego de condiciones donde tan frecuentemente y en cada uno de los apartados se mencione y se den indicaciones claras para el caso de que se presente una UTE". Y concluye que las bases son una guante a medida de la UTE San Ciprián, que encabeza las puntuaciones de la mesa de valoración.

Las alegaciones de Astilleros de Bermeo detallan cómo en los apartados que valoran las mejoras del proyecto, UTE San Ciprián saca mejor puntuación, pese a presentar una "copia literal" del pliego de prescripciones técnicas". Y critica que las mejoras en los materiales y el diseño del barco "puntúen negativamente". Su denuncia adjunta correos electrónicos que un miembro del comité de expertos responsable de valorar las ofertas envió al astillero vasco advirtiéndole de que dichas mejoras sumarían puntos. Citan una docena de ejemplos, el más significativo, el del tamaño de la goleta. Astilleros de Bermeo critica que en el apartado de "mejoras en tamaño" se puntúe el hecho de "no variar el tamaño y se penalice al que propone una eslora mayor". En dicho epígrafe, la comisión de expertos señala textualmente que "la variación del barco varía el equilibrio en las formas". La alegación del astillero responde que "como cualquier técnico en construcción de buques conoce, cualquier valoración en la eslora, manga o puntal del un barco, varia inevitablemente su equilibrio, en este caso positivamente". UTE San Ciprián recibió tres puntos por copiar el pliego. Las mejoras de Astilleros de Bermeo se castigaron con cero puntos.

Lo mismo sucede, a juicio del astillero vasco, en la valoración de materiales, experiencia profesional y equipamiento técnico de la navee. Por eso, si Portos no rectifica las valoraciones, impugnará la adjudicación en el juzgado.

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