TEMOR AL DESAHUCIO
No sabíamos el español ni yo ni mi mujer. Me pedían que firmara sin explicarme nada", asegura Abdelhamid Akhdim, en paro y con tres hijos por mantener. Cuando quedó sin trabajo y dejó de pagar la hipoteca, recibió un aviso de deshaucio. Entonces, asesorado por un gabinete de abogados, descubrió que su piso no podía venderse por más de 40.00 euros. Pero a él le habían pedido 135.00 euros. El banco le concedió un préstamo hipotecario por este valor sin ni siquiera pedirle un avalador solvente.
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