La Iglesia pagará el escenario, alguna obra y los copones de la visita del Papa
Interior activa la fase de seguridad "alta" tras la llegada del 'papamóvil'
Desde ayer y hasta el domingo que viene, Santiago y sus ayuntamientos limítrofes ya están tomados por la policía y la Guardia Civil. La llegada del papamóvil en avión desde Roma el jueves por la tarde (y desde entonces custodiado en el patio del antiguo colegio Peleteiro por la policía) fue la señal para la puesta en marcha del "dispositivo de seguridad en fase alta". Unos 4.600 agentes del Cuerpo Nacional de Policía se encargarán de blindar por aire, tierra y subsuelo una ciudad que se complica al llegar a un casco antiguo laberíntico. Habrá grupos especiales de asalto, tiradores de élite en los tejados, desactivadores de bombas, pilotos en helicóptero, agentes de a pie y de paisano, perros rastreadores, exploradores del mapa de alcantarillas y policías en prácticas venidos desde Ávila.
A partir de ahora habrá agentes rastreando las alcantarillas
De la custodia del aeropuerto y las carreteras de acceso, la ruta de 14 kilómetros que recorrerá el día 6 el Papa y los municipios vecinos se responsabilizarán 1.300 guardias civiles, y al despliegue hay que sumar también la plantilla de la policía local de Santiago y los agentes de la nacional adscritos a la Xunta, hasta superar la cifra global de 6.000. Todo esto, para un viaje de Benedicto XVI que, finalmente, sólo tendrá cariz "pastoral", según se confirmaba esta semana desde la Dirección General de Seguridad Exterior. "No va a tener consideración de visita de Estado", explicaba a este diario una diplomática, "porque sólo lo tienen aquellas que de alguna manera recalan en Madrid", pero el Gobierno, igualmente, está obligado a garantizar la seguridad porque se trata de un fenómeno de masas "que va a desplazar a Santiago a miles de personas".
El desembolso que tendrá que realizar el Estado con motivo de este acontecimiento, al igual que el que asumirá la Iglesia, aún no se conoce. Lo que ha dicho esta de momento es que el escenario que se empezó a montar hace un mes en el Obradoiro correrá por cuenta del Arzobispado de Santiago y no por la de la Xunta (que admite que va a gastar tres millones de euros en la visita, en torno a uno y medio en la retransmisión televisiva del evento). El precio de la tarima cubierta, diseñada por el arquitecto Iago Seara (director general de patrimonio con Fraga y actual co-director, impuesto por la Xunta, de la restauración del Pórtico de la Gloria), ronda los 400.000 euros.
Además, a su contabilidad, el Arzobispado añade los gastos correspondientes a algunas obras de urgencia que se están llevando a cabo en la catedral y en el palacio arzobispal, el precio de un altar, los copones y otros elementos litúrgicos encargados para la misa que presidirá Ratzinger y las "sudaderas, gorras y mochilas" que se repartirán entre los voluntarios de la organización. Suma, también, el desembolso en "material pastoral", "reuniones por arciprestazgos y parroquias", "personal de la oficina de gestión", "teléfono", "acreditaciones", "página web" y algunos "registros oficiales" como el del logotipo de la visita. Para ello, además de estarse llevando a cabo diversas colectas en las 1.069 parroquias de la archidiócesis, el ecónomo ha cursado circulares a diferentes empresas y negocios de hostelería pidiendo la voluntad, que se puede ingresar directamente en una cuenta de Caixanova.
Cinco días de programación especial
"Aquí se va a saber hasta el último durito que gastemos; todo, hasta la contratación del menor de los aparatos, se sacó a concurso", asegura uno de los responsables de la programación que desde finales de junio prepara TVG para cubrir el viaje papal. El primer canal y los dos canales por satélite para América y Europa emitirán magazines relativos al evento desde el martes, y el sábado, además de proveer la señal a todo el mundo, TVG cubrirá para Galicia el viaje en avión desde Roma y la visita del Papa desde las 8 hasta las 21 horas. "Sólo habrá un parón a las dos y media para el informativo", explica quien dirigirá el mayor despliegue efectuado por la televisión autonómica en su historia, Tino Santiago. Desde las 9, un helicóptero con cámara volará constantemente entre Santiago, Lavacolla, Ordes y Milladoiro; y se sucederán las informaciones sobre el tráfico, el tiempo "minuto a minuto" (Meteogalicia, por ahora, no prevé lluvias), las conexiones con reporteros repartidos por la ciudad y los comentarios de "expertos en protocolo".
TVG, en el avión del pontífice, intentará conseguir sus primeras declaraciones. Directamente, para cubrir el evento, trabajarán 500 personas (300 de TVG y 200 de las empresas contratadas), sin contar el personal del control central ni el de las delegaciones. En el millón y medio que se prevé gastar se incluyen además nueve pantallas gigantes, 19 unidades móviles de dos tipos, unas 80 cámaras diversas, un coche también con cámara para seguir al papamóvil, el helicóptero y 37 kilómetros de cable.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.