Lotina se salva a balón parado
El Deportivo golea al Espanyol en jugadas de estrategia

Marcó Lopo y se fue directo a abrazar a Lotina. Tras él, más de medio equipo achuchó al técnico, cuya continuidad fiaba su propio presidente a los resultados. Ganó con suficiencia y justicia el Deportivo y lo hizo gracias a la estrategia, detalle que, además, refuerza la figura del entrenador.
La clasificación, el frío de sus profundidades, ha invitado al Deportivo a echarse al monte y olvidar no tan lejanas intenciones futboleras. Lotina tiene buen diente, pero se ha dado cuenta de que para seguir en su puesto y mantener la categoría lo mismo tiene que darle al salchichón que a la mortadela. Y se ha armado con una zaga de tres centrales, un entramado que propicia que el equipo recule hacia su área y en los repliegues forme una línea de cinco y otra de cuatro. Es la búsqueda de la seguridad por acumulación.
DEPORTIVO 3 - ESPANYOL 0
Deportivo: Aranzubía; Manuel Pablo, Colotto, Aythami, Lopo, Rindaroy (Seoane, m. 46); Saúl (Pablo Álvarez, m. 66), J. Rodríguez, R. Pérez, Adrián; y Riki (Lassad, m. 75). No utilizados: Manu; Rochela, J. Domínguez y Valerón.
Espanyol: Cristian Álvarez; Chica (Javi López, m. 70), Forlín, Víctor Ruiz, David García; Verdú, Duscher, Baena (Álvaro, m. 46); Luis García, Callejón (Iván López, m. 64) y Dátolo. No utilizados: Kameni; Sergio García, Amat y Molina.
Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Rindaroy, David García y Javi López.
Goles: 1-0. M. 28, Adrián. 2-0. M. 75. Lopo. 3-0. M. 87. Colotto.
Unos 10.000 espectadores en el estadio de Riazor.
Más lejos de la portería rival, pero también más prietas las líneas, el Deportivo jugó como un visitante, dio la pelota al Espanyol y, cuando la recuperó, prescindió de los mediocentros para buscar la sorpresa mediante balones profundos, más bien pelotazos.
Llegó al gol gracias a la estrategia explotada con fe. Un primer saque de esquina lo remató Riki junto al palo. El siguiente lo tocaron hasta tres jugadores antes de que Adrián empujara el balón a la red y mostrara que su rendimiento crece cuanto irrumpe en el área, no si trabaja en ella.
El primer gol acabó de descolocar al Espanyol, tan bien intencionado como inocuo. Sentenciaron los centrales, lo que también ofrece pistas, pero, al menos con el viento a favor, los pelotazos se convirtieron en pases, el sudor del frío del colista en sonrisa victoriosa y la presumible destitución de Lotina en una prórroga que augura sudor, esfuerzo y no excesivo fútbol.
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