El lago donde duerme un dragón
La leyenda dice que en el fondo del lago de Banyoles, en Girona, a 62 metros de profundidad, se escondía un dragón que escupía fuego. Todavía hoy, al amanecer, hay un punto en el que la bruma parece incendiarse durante cinco minutos. Es el tiempo que tarda el sol de primera hora en disipar el vapor de agua condensado por el frío. "Da la sensación de que los patos (ánades reales) están flotando en el aire: se debe a que no es una niebla estática, sino en movimiento", explica el fotógrafo, que captó la imagen apuntando la cámara al Este, a contraluz.
El lago, de unos nueve kilómetros de perímetro, está rodeado de bosque de haya y de roble. El ambiente calmado resulta perfecto para la pesca (la casita blanca que se distingue al fondo es una pesquera, construcción típica de la zona). Llaman la atención, en segundo plano, dos sombras esféricas: boyas que recuerdan una reciente competición de remo. En 2004, estas aguas fueron sede del campeonato mundial. Para más información, la Oficina de Turismo de Banyoles: 972 58 34 70.
