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Entrevista:SEYDOU KEITA | Centrocampista del Barcelona | FÚTBOL | Novena jornada de Liga: Barcelona-Sevilla

"Si yo no corro, Messi no marca"

Seydou Keita nació en Bamako (Malí) en enero de 1980. A los 17 años se marchó al Marsella. No ha olvidado aquel momento por lo que pasó -en tres años jugó nueve partidos con el Olympique- y por lo que luchó; seguramente, por algo muy parecido a lo que se ha ganado: es el capitán de la selección de su país y en el vestuario del Barcelona se le respeta como lo que es, un gran futbolista y una buena persona. Llegó a España a través del Sevilla y, tras jugar más de 100 partidos con él, regresa hoy al estadio Sánchez Pizjuán.

Pregunta. ¿Recuerda el día que llegó a Europa?

Respuesta. Perfectamente. ¿Cómo olvidarlo? Yo había jugado en mi selección nacional sub 16 y me ofrecieron una prueba en el Marsella, pero debía pagarme el viaje. Me lo pagó mi hermano, mayor que yo [ahora tiene 43 años] y farmacéutico. Mi padre murió cuando yo tenía 11 años, así que él es algo más que mi hermano mayor. Si no hubiera sido por él, ahora no estaría aquí.

"En Malí soy alguien y debo dar ejemplo porque muchos niños quieren imitarme"

P. ¿Su primera experiencia?

R. Difícil, era muy joven. Pasé la prueba el primer día, pero se hizo complicado vivir en el centro de formación del Marsella. Me trataban bien, pero estaba muy lejos de mi casa, de mi familia. Sabía que era mi oportunidad y la de mi familia. Sabía el esfuerzo que había hecho mi hermano..., así que tenía que aguantar. El Marsella tenía un gran equipo, con Dugarry, Blanc, Pirès... Era complicado, no jugué mucho. Pasaba los domingos en casa de una familia, los Blanc, que me ayudaron mucho y me dieron mucho afecto. En el Lens todo cambió.

P. Terminó siendo el capitán y fichó por el Sevilla.

R. Sí, todo ha cambiado, pero lo más importante es lo que queda dentro. Puede cambiar todo, puedo jugar en el mejor club del mundo, pero antes que futbolista soy una persona. Yo no soy Messi, pero en mi país soy alguien y debo dar ejemplo porque hay muchos niños que quieren imitarme.

P. Sostiene Pep Guardiola que ganan mucho porque son muy buenos y muy buenas personas.

R. Un equipo grande no es solo la calidad. Es imprescindible para ganar, pero luego hay cosas en el vestuario que hacen ese equipo. El sentimiento... Si yo no acepto a Leo [Messi], a Piqué...; si ellos no me aceptan a mí..., es imposible hacer un equipo. Antes hay que hacer un buen grupo; no amigos de comer cada día, pero sí de respetarse, de apreciarse. Y eso lo tenemos.

P. ¿Cómo se vive a la sombra de los mejores del mundo?

R. Asumiendo la importancia que tienes, pero siendo consciente de cuál es tu función. Con 11 messis no ganamos nada. Un equipo no lo hace un jugador. Todos debemos ayudar y Messi pone su calidad y yo pongo mi esfuerzo. Con Messi, Iniesta, Xavi..., ¿qué voy a hacer yo? Debo correr y trabajar para ellos. La victoria es para todos y debo ayudar a conseguirla sabiendo que mi trabajo les es útil. Si yo no trabajo, si no robo balones, lo tiene que hacer Messi y Messi está para otra cosa. A mí no me importa. Estoy contento de ayudarles. Si yo no quiero defender, no es posible que tengamos la pelota. En un equipo caben todos: los que están para marcar goles, los que dan el último pase, los que están para trabajar... La afición valora a jugadores como Messi o Ronaldinho, pero los que estamos a su lado también somos importantes. Hacemos un trabajo que no se ve tanto, pero que la gente valora.

P. En ese sentido, usted es ejemplar.

R. ¿Un ejemplo? No; hay que asumir el papel que te toca. El entrenador me explicó lo que tenía que hacer y lo hago. Si puedo ayudar más, ayudo más. ¿Ha visto a Mascherano? Es el capitán de Argentina y ha llegado con humildad, trabaja para el equipo, no se queja si no juega... En un buen equipo alguno tiene que aceptar el sacrificio. Y no digo que Messi, Xavi o Villa no trabajen, pero ellos tienen que hacer sus cosas y yo las mías. Para Messi es más fácil marcar goles que para mí. Para mí es más fácil correr, recuperar la pelota y dársela a Xavi. Si yo hago mi trabajo, es más fácil que Messi haga el suyo. Al final, el gol de Messi llega por el esfuerzo de muchos. Por ejemplo, en Zaragoza. Ellos tenían el balón. Si yo no se lo quito, si no se lo doy a Villa, si Villa no se lo da a Messi..., no marcamos. Es así, es fácil.

P. ¿Por qué chuta tan poco? En el Sevilla chutaba más.

R. Porque aquí siempre hay un pase. Pienso en Leo antes que en la portería.

P. ¿Resulta especial para usted volver a Sevilla?

R. Claro. Tuve suerte de venir a España a un equipo que jugaba como el Lens: 4-4-2. La adaptación al juego fue fácil. Además, estaba Kanouté, al que conocía bien de mi selección. Es más que un amigo. Es mi hermano porque somos musulmanes. Es bueno, es una persona grande, que respeta, que no opina de lo que no sabe, que ayuda al que lo necesita. La diferencia entre el Sevilla y el Barça es la exigencia. Aquí has de ganar todos los partidos, vives bajo presión constante... En el Sevilla es diferente. Y el sistema, también. No es fácil jugar en el Barça.

P. ¿Prefiere divertirse jugando o ganar sin más?

R. Ganar. Es mejor si juegas bien y ganas, pero lo importante es ganar. Cada año es más difícil, pero lo más importante es jugar desde el corazón, darlo todo para el equipo. Hay que ser honrado. La afición te aplaudirá. Como a Puyol, por ejemplo: tiene mucho talento, pero también mucho corazón. Yo quiero darlo todo. Si me voy del campo pensando que no me he esforzado lo suficiente, no estoy contento cuando vuelvo a casa, no puedo jugar con mis hijos, y mi esposa no me aguanta. Juego para el equipo y para la familia. Y lo doy todo siempre.

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