El Ministerio de Educación ensalza el potencial del VLC Campus

El VLC Campus, el proyecto con el que la Universitat de València, la Politécnica y el CSIC han obtenido la calificación de Campus de Excelencia Internacional, tiene muchas posibilidades de llegar a la fecha clave del programa, 2015, "dentro del pequeño número de campus europeos que van a poder competir en el ámbito global". Lo dijo ayer en Valencia Màrius Rubiralta, secretario general de Universidades del Ministerio de Educación. Y fue más lejos: de aquí a 2015 "el ministerio ha de hacer mucho más de lo que ha hecho hasta ahora y es mi responsabilidad ayudar con el mismo esfuerzo que el que se ha hecho al pasar de un proyecto individualizado y atomizado a uno de país", declaró.

"Se ha pasado de un proyecto atomizado a otro de país", dice el secretario general

Rubiralta advierte a quienes optan por caminos distintos al de la agregación

El secretario general asistía a la concesión de la medalla de la Universitat de València al ex rector Francisco Tomás, a quien le une una estrecha amistad, pocos días después de ser objeto de críticas por parte de los integrantes del VLC Campus. El enfado del rector de la Politécnica, Juan Juliá, se arrastra desde hace un año y tuvo su origen en la decisión de Rubiralta de forzar la unión de las dos grandes universidades de Valencia en un proyecto único. Pero también el actual rector de la Universitat, Esteban Morcillo, manifestó la semana pasada su "perplejidad" por la actuación del ministerio y el delegado valenciano del CSIC, José Pío Beltrán, le recomendó que tomara "nota".

Las quejas: los escasos fondos que acompañan este año a la etiqueta de Campus de Excelencia Internacional (CEI); la tardanza (de un año) en recibirla; el premio que el ministerio ha dado a universidades que se presentaban solas, y el rechazo a las candidaturas del resto de centros valencianos.

Rubiralta se reafirmó ayer en sus actuaciones respecto al proyecto valenciano. Desde el principio: haber logrado con "esfuerzo" que la Universitat y la Politécnica pasaran de trabajar en proyectos propios y "atomizados" a otro común, con capacidad de competir en la arena mundial. El secretario general puso el ejemplo de Manchester, que ha pasado de estar entre las 10 primeras universidades británicas a situarse en tercer lugar, gracias a una unión de ámbito metropolitano como la que acaba de inaugurarse en Valencia.

Algunas universidades han sido calificadas este año como CEI a pesar de presentarse de forma individual. ¿No es contradictorio con esa teoría? Rubiralta respondió a los periodistas con lo que pareció un aviso a navegantes: la vía, dijo, es la agregación, y "el que alguien haya escogido otros caminos es su propia responsabilidad y al final veremos exactamente quién tenía razón".

Rubiralta ensalzó el VLC Campus como uno de los mejores que han pasado por la comisión internacional que los califica y llamó a sus integrantes, al Gobierno valenciano y a la sociedad a apoyarlo.

Aunque resultó innegable que existía cierto grado de tensión, el reconocimiento a la figura de Francisco Tomás llenó el acto oficial y no se oyeron reproches en ningún discurso, ni siquiera en el del consejero de Educación, Alejandro Font de Mora. A la concesión de la medalla asistieron también, entre otros, los ex rectores de la Universitat, los rectores de Castellón y de la Católica, los representantes de los sindicatos y las patronales, el delegado del Gobierno, el líder del PSPV y el presidente del Tribunal Superior de Justicia. No estuvieron, en cambio, la alcaldesa de Valencia ni el rector de la Politécnica.

El discurso más emotivo lo pronunció el catedrático y discípulo del homenajeado Ignacio Nebot, que recorrió las cinco décadas (que se dice pronto) que el alumno, profesor, decano, vicerrector y rector Francisco Tomás lleva dedicados a la Universitat de València.