Los sindicatos denuncian el inminente despido de 450 empleados de Povisa

Los sindicatos del Hospital Povisa de Vigo denunciaron ayer el inminente despido de 450 empleados de este centro sanitario cuyos contratos caducan a fin de año junto con el concierto que el hospital mantiene con el Sergas, ahora en negociación. Aunque el concierto tendrá continuidad "porque el Sergas no va a dejar 143.000 cartillas sin cobertura", la dirección del hospital ya ha comunicado a los representantes sindicales que no prevé renovar los citados contratos "por obra", dada su vinculación al concierto que se extingue.

Los contratos amenazados corresponden a personal de enfermería y celadores, sobre todo. Fuentes de la Consellería de Sanidade confirmaron ayer que, efectivamente, se está negociando un nuevo concierto para que un sector de la población del área sanitaria de Vigo, como viene sucediendo, reciba en el centro privado la cobertura propia de la Seguridad Social. Nadie pone en duda que este concierto vaya a renovarse. Pero sus cláusulas, como señalan los sindicatos, no introducen ninguna obligación relativa a contratatación de personal, que a priori sería una competencia de exclusiva responsabilidad de la empresa.

La titular de Sanidade, Pilar Farjas, no ha respondido a las peticiones de entrevista que los sindicatos le vienen trasladando desde mayo para tratar el asunto. Y "sin comentarios" fue la escueta respuesta que ayer recibió este periódico de fuentes de la dirección de Povisa en relación con las denuncias sindicales.

En torno al 75% de la actividad que desarrolla este hospital privado, con unos 1.500 empleados en su plantilla, deriva directamente de su concierto con el sistema público gallego, por el que ingresa anualmente unos 75 millones de euros. La Xunta bipartita, en la reorganización del área sanitaria que abrió el proyecto del nuevo hospital de Vigo,preveía cambiar este modelo de concierto -por población asignada, con un funcionamiento propio de hospital general pero con limitaciones severas como la no prestación de atención primaria- por otro de pago por actividad, como con el resto de la sanidad privada. El actual Gobierno gallego, sin embargo, apuesta por mantener el modelo que viene aplicándose.

Los delegados sindicales indicaron ayer que "el hospital funciona a medio gas". No hay constancia del alcance de las listas de espera, que siempre se han situado muy por encima de la media del sistema público. A su juicio, la empresa aprovechará la extinción de los actuales 450 contratos vinculados al concierto para proceder después a una contratación a la baja.