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Reportaje:LIGA DE CAMPEONES | Tercera jornada

"Crece la empatía, estamos creando algo importante"

Mourinho destaca la "fantástica intensidad" de sus jugadores, que ahogaron con su presión a las figuras del conjunto italiano

Diego Torres

"¡Con qué facilidad corre El Fideo!", exclamó Jorge Valdano, asombrado en Málaga ante el despliegue atlético de su paisano Di María. El director general madridista estaba encantado. Cada día que pasa, el jugador santafecino es más difícil de clasificar. Hasta el Mundial funcionó como extremo puro. En las últimas semanas ha mutado. Ahora se parece mucho a un interior con llegada. Un centrocampista con zancada de galgo, generoso para perseguir a los rivales que conducen la pelota por su zona, más pausado cuando la recupera y más lúcido a la hora de buscar soluciones, aunque no viviera su noche más acertada. Di María va cambiando como cambia todo el Madrid, un equipo que ayer no concedió ni un centímetro de ventaja al Milan.

"Si fueran cuartos o semifinales, no estaría contento. Era un partido de 4-0"
"Defensivamente, somos mucho mejores que el año pasado", apunta Granero
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El Madrid mete el turbo

El Madrid evoluciona en cada partido. Se trata de un equipo mayoritariamente formado por gente joven. Marcelo, Khedira, Cristiano, Higuaín y Özil no pasan de los 25 años. Ayer interpretaron la defensa en zona a la perfección. Khedira cogió a Ronaldinho en la derecha; Xabi se ocupó de Gattuso, que andaba por el medio; Özil estorbó los intentos de canalización que hizo Pirlo, y Di María persiguió a Seedorf. Con su zona de creación bloqueada, el Milan fue incapaz de reaccionar.

"Di María es el responsable de su evolución", dijo José Mourinho; "es él quien quiere aprender y mejorar. Su hábitat natural en el campo es el uno contra uno, la última fase del juego. Después, sabemos dónde no es su hábitat natural y allí es donde tenemos que trabajar para mejorar. Tiene que jugar en zonas interiores, donde se crean espacios. Esta vez jugamos contra un rombo muy cerrado en el medio: Gattuso, Pirlo, Seedorf y Ronaldinho. Y jugar contra un rombo solo con tres jugadores, con Khedira, Xabi y Özil, es insuficiente. Necesitas el apoyo de un cuarto jugador y lo hemos hecho muy bien. Hemos trabajado esto y él lo ha entendido a la perfección".

Nunca en la historia del Madrid el debut de un entrenador se había completado con 10 partidos oficiales seguidos sin perder. Mourinho estableció ayer esta marca. El equipo es líder en la Liga española después de siete jornadas y encabeza su grupo en la Champions. "Cuando todo va bien, tienes menos que comunicar, menos que cambiar", dijo Mourinho hablando de su tranquilidad en el banquillo contra el Milan; "como gestionamos bien la intensidad y el ritmo, tuve poco que hacer. Jugamos bien. Por suerte, era un partido de clasificación, en el que los goles no tienen mucho significado. Si hubiera sido un partido de cuartos o de semifinales, no estaría contento porque fue para un 4-0".

"Aquí crece la empatía", observó el técnico; "con los jugadores, con el club y con el propio madridismo, que tiene un feeling positivo con el equipo. Al ver cómo reacciona la gente al esfuerzo, al trabajo, me da la sensación de que estamos creando algo importante. Al Bernabéu no solo le gusta la magia. También le gusta el trabajo. Cada partido es diferente. Te tienes que saber adaptar. Contra el Milan, niños como Marcelo, Khedira, Özil y Di María jugaron contra superhombres con kilómetros en las piernas como Gattuso, Pirlo... Mi equipo ha estado fantástico por cómo ha hecho la gestión emocional del partido, por la fantástica intensidad y concentración con la que hemos jugado".

Granero se mostró optimista: "Creo que estamos mejor que el año pasado a estas alturas del campeonato. Defensivamente, hemos mejorado mucho y esto hace que sea más fácil tener la pelota arriba. Mourinho te exprime al máximo. Te ayuda a mejorar. Y yo, que quiero mejorar, estoy encantado".

Cristiano Ronaldo dio en la tecla mientras se retiraba cojeando. "Sabíamos que, si les quitábamos el balón y les atacábamos a los espacios, ellos, que son jugadores veteranos, sufrirían. Y así ha sido. Hemos hecho muy bien la presión. Le hemos dado un ritmo muy alto al partido. El Milan no ha podido responder", explicó el portugués, autor del primer gol.

El escarnio del Milan no acabó hasta que Robinho saltó al campo. Hay que acudir a los libros de historia para confirmar otro caso parecido de repudio multitudinario a un ex jugador de la casa. La afición del Bernabéu castigó a Robinho durante todos los minutos que jugó con cánticos despiadados: "¡Muerto de hambre! ¡Robinho es un muerto de hambre!".

Özil recibe las felicitaciones de sus compañeros tras marcar el segundo tanto.
Özil recibe las felicitaciones de sus compañeros tras marcar el segundo tanto.BERNARDO PÉREZ

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.
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