El fiscal pide nueve años de cárcel por el doble atropello mortal

"No frenó tras el atropello. Es más, después del tremendo golpe, continuó circulando (...) no tenía intención de parar (...) Pese a que la vía es ancha, recta, diáfana y con absoluta visibilidad, el acusado no realizó ninguna maniobra evasiva". El relato del fiscal demuestra el desprecio por la vida con que condujo Fernando Vargas al atropellar mortalmente a dos mujeres el pasado abril en el Paseo Colón de Sevilla. El fiscal pide nueve años y medio de prisión para Vargas por un delito de homicidio imprudente, de omisión del deber del socorro y otro contra la seguridad vial.

El imputado por las muertes de las mujeres, de 26 y 31 años, conducía ebrio por la céntrica vía a 108 kilómetros por hora y se saltó dos semáforos en rojo y uno en ámbar. La violencia del choque lanzó a la joven Patricia Alfaro a 25 metros y a Almudena González a 29 metros, causándoles traumatismos mortales. Vargas solo se detuvo después de recorrer 211 metros y no porque frenara, sino porque su coche sufrió daños mecánicos que le impidieron proseguir. "La rotura del manguito que alimenta de gasoil la entrada principal del motor", aclara el escrito de acusación del ministerio público. Vargas, con una tasa de alcohol de 1,18 gramos por litro de sangre (más del doble de lo permitido) condujo después del atropello a pesar de que tenía su cristal delantero roto, no veía la calzada, y condujo por el carril reservado a los taxis.

A Vargas le fue retirado el carné de conducir, y ese día cogió las llaves del Renault Clio de su madre y acudió al estadio Sánchez Pizjuán, donde bebió alcohol, para luego conducir junto a un hijo del presidente del Sevilla, José María del Nido, copiloto en el accidente.

El fiscal de Seguridad Vial que firma el escrito, Luis Carlos Rodríguez León, consideró recientemente las penas por delitos de tráfico "demasiado blandas" y "difíciles de comprender". La defensa de Almudena González ha pedido 12 años de cárcel y más de 120.000 euros de indemnización. El fiscal rebaja la indemnización a 96.869 euros, que pagarían Vargas junto al Consorcio de Compensación de Seguros.