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La Junta presiona a los alcaldes para que actúen contra el ruido

Un nuevo reglamento obliga a los Consistorios a atender las denuncias ciudadanas

Manuel Planelles

El artículo 52 del reglamento versa sobre las "actuaciones de vigilancia e inspección por inactividad del Ayuntamiento". Y establece que, cuando un ciudadano presente una denuncia por ruidos, los técnicos municipales deberán inspeccionar el lugar con los "equipos de medición y vigilancia" en 15 días. O, al menos, manifestar al denunciante alguna "indicación" sobre su protesta. Si este plazo no se cumple, el ciudadano podrá acudir a la Delegación Provincial de la Consejería de Medio Ambiente con la copia de la denuncia desoída. La Junta abrirá entonces un expediente. Y, si no se logra que el Ayuntamiento actúe, serán los técnicos de la consejería los que realicen la medición y elaboren un informe que será "favorable" -cuando el nivel sonoro o de vibración esté dentro de lo permitido- o "desfavorable" -si se sobrepasan esos umbrales fijados en la norma-.

Los Ayuntamientos tendrán que responder en 15 días a las denuncias
Los 770 municipios andaluces deberán tener ordenanzas sobre ruidos

Cuando el informe resulte desfavorable, "el denunciante podrá emprender acciones contra el propietario que genera el ruido y el Ayuntamiento por no actuar", señala la dirección general de Cambio Climático y Medio Ambiente, encargada de elaborar este reglamento que aprobará en las próximas semanas el Consejo de Gobierno de la Junta.

La consejería se encargará de realizar las mediciones en los municipios que no dispongan de "medios para proceder a la inspección". Las Diputaciones Provinciales también deberán ayudar a los pequeños Ayuntamientos en estas tareas de control que fija el nuevo reglamento, en el que se prevén sanciones de entre 601 y 300.000 euros dependiendo de la gravedad de la actividad generadora del ruido.

Este tipo de contaminación estaba regulada en la ley estatal del ruido, de 2003, y en la Ley de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental (GICA) de Andalucía, de 2007. Partiendo de estas dos normas, el departamento que dirige José Juan Díaz Trillo ha elaborado ahora el nuevo reglamento. En este momento, Madrid, Cataluña y Castilla y León están desarrollando también su reglamentación autonómica. Las competencias en este asunto corresponden a los Ayuntamientos, a los que, en muchas ocasiones, les ha costado adaptarse a las normas que se han ido aprobando por falta de medios o de voluntad política. Así ocurrió en su día con los mapas de ruido que debían haber elaborado 16 grandes ciudades españolas (las de más de 250.000 habitantes). Las capitales no cumplieron los plazos fijados entonces. Actualmente, en Andalucía disponen de estos mapas Sevilla, Málaga, Granada y Córdoba. El resto de municipios de más de 100.000 habitantes deberán tener lista esta zonificación en 2012.

El nuevo reglamento regional también extenderá a los 770 municipios de Andalucía la obligación de aprobar ordenanzas contra la contaminación acústica. Hasta ahora, solo las debían tener los de más de 20.000 habitantes. Medio Ambiente elaborará una ordenanza tipo para ayudar a los pueblos más pequeños.

Un trabajador utiliza un martillo neumático en una de las obras de Sevilla.
Un trabajador utiliza un martillo neumático en una de las obras de Sevilla.PÉREZ CABO

Sirenas y motos

El reglamento también entra en el detalle. Por ejemplo, en los límites sonoros para la maquinaria utilizada en las obras públicas y para los vehículos de motor y ciclomotores, cuyos propietarios deberán mantener en buenas condiciones, "especialmente, el silencioso del escape".

Se limita el uso de las sirenas en los vehículos de emergencias, que "deberán disponer de un mecanismo de la intensidad sonora de los dispositivos acústicos" para reducir la emisión de ruido por las noches o cuando circulen por zonas habitadas. Las ambulancias que no dispongan de este mecanismo solo podrán utilizar señales luminosas. Además, solo podrán usar las sirenas durante una urgencia.

El reglamento fija límites de emisión de ruido para las terrazas y veladores de los bares. Y establece la obligación de informar a los asistentes a espectáculos y actividades recreativas que generen mucho ruido de que "los niveles sonoros producidos en esa actividad pueden producir lesiones permanentes en la función auditiva".

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

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