El sueldo, otra vez en el congelador
Los aumentos salariales que negocian empresas y sindicatos para 2011 rondan el 2%
Contención y congelación. Esos son los calificativos más empleados para definir lo que sucederá con los sueldos de los españoles el próximo año. Como el Gobierno con los Presupuestos Generales del Estado, las empresas preparan sus cuentas para 2011 con mucha cautela, estrujando al máximo las partidas de gastos. Y muchas de ellas se ven abocadas a recortar los salarios, igual que reflejan las cuentas públicas, donde los gastos de personal disminuyen un 2,7% respecto a este año, incluyendo la rebaja media del 5% del sueldo de los funcionarios y el recorte de entre el 10% y el 15% en el de los altos cargos, con Rodríguez Zapatero y su equipo a la cabeza.
"Los directivos son los primeros que se han congelado los salarios", mantiene el secretario general del Instituto Internacional San Telmo, Antonio Hidalgo. Y ahora se verán afectados, además, por la subida del IRPF para los tramos más altos, continúa, que no podrán compensar porque no hay demasiada capacidad empresarial para aguantar incrementos salariales de calado. En la mayoría de las pequeñas y medianas compañías, las que conforman el tejido productivo español, los altos ejecutivos han visto estancadas sus retribuciones en los últimos dos años, como los demás trabajadores, agrega.
Los directivos han perdido un 25% de su poder adquisitivo desde 2007
En la mayoría de las pymes las retribuciones están bajo cero
La reducción del poder adquisitivo de los directivos es patente, según Miguel Ángel Zuil, socio director de la firma de cazatalentos Boyden, quien está detectando que sus salarios fijos se mantienen (en el mejor de los casos) o bajan para equilibrarse con aumentos de los variables, que han pasado del 30% al 40% de su compensación total. Eso sí, esta parte variable puede abonarse o no en función de los resultados de las compañías; lo mismo que los bonus, cuyo pago no resulta demasiado estético cuando las compañías abordan expedientes de regulación de empleo, explica.
A juicio de Zuil, los altos cargos han perdido un 25% de poder adquisitivo respecto a 2007. Y aunque las grandes empresas y multinacionales instaladas en España prevean subidas salariales como máximo del 5% u 8% para el próximo ejercicio, lo cierto es que en las pymes la retribución de los directivos seguirá congelada.
Tampoco el resto de los trabajadores recibirán alegrías en 2011. Dos consultoras de recursos humanos especializadas en retribuciones, Mercer y Towers Watson, han presentado recientemente sus estudios sobre la materia. Ambas coinciden en que el aumento medio que están negociando empresas y representantes de los trabajadores para las plantillas está en torno al 2%.
En los ocho primeros meses de este año, los incrementos salariales pactados en los menos de 1.900 convenios colectivos firmados se sitúan alrededor del 1,3% de media, según los últimos datos recogidos por el Ministerio de Trabajo e Inmigración. El sindicato CC OO ha denunciado que estos convenios solo representan la mitad de los pactados en igual periodo de 2009 y que los empresarios están prescindiendo de incluir en ellos las cláusulas de garantía salarial que aseguran a los trabajadores frente a las desviaciones del IPC. Y es que el índice de precios al consumo ya está por encima de ese incremento.
Algo que podría repetirse en 2011, según Rafael Barrilero, socio de Mercer. "Con estas desviaciones entre sueldos e IPC perdemos competitividad. Los altos costes salariales que existen en España no favorecen que las empresas extranjeras instaladas aquí se queden. Les sale más barato producir en otros países y por eso se están trasladando, con el impacto sobre la inversión que ello supone".
Eva Patier, directora de estudios retributivos de Towers Watson, espera mayores desviaciones entre subidas salariales e IPC y asegura que si antes había sectores, como el farmacéutico o la alta tecnología, que se diferenciaban del resto con los incrementos de sueldo más elevados, hoy se han homogeneizado.
Tanto esta consultora como Mercer recomiendan a sus clientes que, como el presupuesto para incrementos salariales no permite premiar a las plantillas en su conjunto, practiquen subidas no lineales. Por lo que respecta a este año, buena parte de las compañías encuestadas por estos especialistas en compensación declaran que los mayores aumentos de sueldo han recaído en mandos intermedios y técnicos de alto potencial.
"La compensación genera compromiso. Hemos de utilizarla para retener a los mejores profesionales. No solo a los directivos. Por eso se debe gastar el dinero más eficientemente y, si las ventas de la compañía van mal, como ocurre ahora con la crisis, hay que promocionar a los vendedores; si es difícil conseguir financiación, debemos premiar a quienes la traigan", explica Barrilero. Sin embargo, las empresas consultadas por Mercer pretenden elevar los sueldos de los equipos de forma homogénea en todos sus niveles con vistas a 2011.
Para los expertos consultados, la moderación salarial seguirá siendo una constante por parte de sindicatos y empresarios. Y la reforma laboral, a su juicio, no afectará a esta tendencia. "Hay dudas de que las medidas que introduce la reforma tengan impacto. Al fin y al cabo es la reforma del despido y cuando las empresas extinguen los contratos de sus trabajadores tardan unos dos años en notar la reducción de la masa salarial", afirma Patier. En su opinión, las compañías actualmente tratan de optimizar sus procesos. "Pueden restringir las contrataciones, pero parece que el momento de los despidos ya ha pasado". El aumento del paro que se prevé para 2011 se producirá fundamentalmente por los concursos de acreedores y cierres, vaticina.
Negociación colectiva tras el 29-S
Tras la huelga general del pasado miércoles, el Gobierno todavía no ha citado a los sindicatos para empezar a trabajar, como les ofreció, en pro de un acuerdo sobre la reforma de la negociación colectiva y las pensiones, dos de los asuntos pendientes más urgentes, en palabras de José Luis Rodríguez Zapatero, quien sí ha sido tajante respecto a la influencia del paro en la recién aprobada ley de reforma laboral que lo ha provocado: "Es una ley y no se va a modificar".
El profesor del sevillano Instituto Internacional San Telmo, Antonio Hidalgo, considera que, si bien las centrales sindicales estarán dispuestas a ceder en las negociaciones salariales, serán beligerantes en cuanto a los contenidos de esa negociación colectiva que no ha tocado la reforma. Sí que ha introducido facilidades en las cláusulas de descuelgue de los convenios colectivos [de momento, las empresas no están barajando la posibilidad de usarlas, mantiene David Díaz, socio de Baker & McZenzie]. "Ahí sí que serán beligerantes los representantes de los trabajadores, que lucharán a toda costa porque los descuelgues sean mínimos, aunque las empresas tengan la ley a favor", prevé Hidalgo.
Díaz explica que los empresarios y directivos tienen la idea de que la reforma laboral ha tenido mucho más calado del real. "Puede facilitar medidas menos traumáticas que el despido, a través de la modificación de las condiciones de trabajo, que es lo que las empresas empiezan a estudiar", afirma. -
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