Dodge Morgan, navegante estadounidense
Dio la vuelta al mundo en velero en 150 días sin escalas y solo
"Para navegar en solitario alrededor del mundo se necesitan tres cosas: Un buen barco, una voluntad de hierro y suerte. Para hacerlo en tiempo récord, un barco fantástico, voluntad de hierro y una suerte extraordinaria". Eran las palabras de Dodge Morgan, recogidas por el diario Sports Illustrated, a su llegada a tierra en 1986 después de 150 días, una hora y seis minutos, navegando sin escalas alrededor del mundo. Unas 27.000 millas recorridas en tiempo récord, lo que le convirtió en el primer americano, y cuarta persona en dar la vuelta al planeta en barco, solo, y sin paradas. Morgan falleció el martes 14 de septiembre en Boston a los 78 años enfermo de cáncer.
Con su hazaña, este antiguo periodista y empresario pulverizó y rebajó a la mitad el récord logrado por el navegante británico Chay Blyth en 1971, quien empleó 292 días en el viaje. Dodge Morgan inició el periplo el 12 de noviembre de 1985 en un velero diseñado especialmente para la aventura, el American Promise. Tras cinco meses y varias tormentas en el camino, el 11 de abril de 1986 regresaba a tierra de donde había salido, en Bermudas. Allí le esperaba una multitud de admiradores, su mujer y sus dos hijos. Le recibieron con el mejor de los regalos en aquel momento: una hamburguesa con queso y un paquete de palomitas. Durante el viaje ingería unas 2.700 calorías diarias con un menú que su esposa, Manny, le había diseñado, y que repetía cada 21 días, según relataba en 1986 Sports Illustrated.
El diario describía entonces que Morgan cruzó la que a priori era una de las partes más peligrosas del recorrido, el Cabo de Hornos, el 28 de febrero, fecha en la que celebraba su aniversario de bodas. Para la ocasión se vistió de esmoquin y descorchó una botella de champán. Por primera vez después de 18.000 millas, vio tierra. Aunque hizo todo el viaje solo, se comunicaba periódicamente por radio con su familia y con el hombre del tiempo, lo que evitaba que le sorprendiesen las tormentas. Ambos factores, la soledad y las tempestades, eran los dos grandes peligros de su aventura.
"Me di cuenta de que la soledad no me molestaba mucho", declaró a The New York Times unos días después de regresar. "Lo peor que podía pasarme era la muerte, pero lo acepté antes de irme". Optimista por naturaleza, según confesaba su mujer, este hombre nacido en Malden, Massachusetts, en 1932, perdió a su padre a los dos años. "Tuve una vida bastante feliz", decía en entrevista a la prensa de Maine en 2005. "Fui un estudiante pésimo", añadía. Por eso se unió pronto a las Fuerzas del Aire estadounidenses. Después consiguió el título de periodista en la Universidad de Boston y trabajó como reportero en Alaska para el Anchorage Daily News. En 1971 creó la compañía de electrónica Controlonics, una casa fundada con 25.000 dólares y vendida por unos 35 millones en 1983, según recoge The New York Times. Con el dinero de la venta, Morgan hizo construir el American Promise y después del viaje, invirtió en dos periódicos semanales, The Maine Times y The Casco Bay Weekly, que más tarde acabó vendiendo para fundar una empresa de manufactura de auriculares.
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