Más allá de Messi

Lo supo desde el principio. Pep Guardiola, técnico del Barça, tuvo claro desde el primer día que Messi estaba hecho de otra pasta. "Es el mejor", concedió sin reticencia desde las entrañas del estadio del Tannadice Park, casa del Dundee United escocés, donde el Barça disputó su segundo partido de la pretemporada de hace tres cursos. Leo salió en el segundo acto y definió el duelo con un hat-trick. "Pero no quiero que él lo resuelva todo", apostilló Guardiola; "lo primero es el equipo y no existe un Barça con Messi y otro sin él". Han pasado tres años y el Barcelona de Guardiola parece que no se explica sin Leo. Por eso, en su forzosa ausencia, se angustia la afición, que atiende con nerviosismo a los dos próximos partidos (hoy ante el Sporting y el sábado contra el Athletic) que como mínimo se perderá Messi, lesionado por una fea entrada del atlético Ujfalusi que le dejó el tobillo derecho a la virulé. "Leo da cosas que nadie da y es casi insustituible. Es el mejor. Pero saldremos de esta. No tengo dudas", soltó ayer Guardiola. Lo cierto es, sin embargo, que el Barça resulta menos mortífero sin el 10 sobre el campo. Pero tiene truco.

En los dos últimos años, las derrotas sin el '10' sobre el campo eran intrascendentes

Al principio de su carrera profesional, Messi se peleó con sus músculos rebeldes al tiempo que se perdía partidos. Pero el preparador físico Juanjo Brau, los consejos alimenticios y los mimos del cuerpo técnico azulgrana lo pusieron a tono, hasta el punto de que Messi no se lesionaba desde marzo de 2008, cuando sufrió una rotura del bíceps femoral. En todo este tiempo, su participación en el equipo se daba por descontada. "Siempre quiere jugar", aclara con frecuencia Guardiola, que entiende que para tener al mejor Messi no se le puede quitar la pelota de los pies. La Pulga suma 36 encuentros consecutivos -30 del curso anterior- y un expresivo saldo de 37 goles. "Leo es el jugador más desequilibrante del mundo, con él todo se hace menos complicado de lo que es. Pero si no está, no está", señala Busquets. "Es casi insustituible porque como él solo hay uno", interviene Xavi; "pero, aunque sea una faena su ausencia, tenemos recursos de sobra y gente para afrontar los próximos partidos con garantías". Lo mismo opina Piqué: "Messi es el mejor, pero el Barça es mucho más que un jugador". Y remata Iniesta: "Sin él perdemos mucho, pero encontraremos soluciones".

Con los números en la mano, la ausencia de Messi -en la época Guardiola se ha perdido 17 partidos de 127 posibles- hace daño al Barça. Con el 10 sobre el césped, el equipo logra un 75,5% de victorias (83 partidos), un 16,3% de empates (18) y un 8,2% de derrotas (9). Sin Leo, los triunfos se quedan en el 58,9% (10) y las derrotas ascienden al 23,5% (4). Pero los datos son engañosos; todas las derrotas sin Messi son en encuentros intrascendentes: dos duelos ligueros en el curso 2008-09, cuando el equipo ya era campeón de Liga; y dos partidos de la Champions de hace dos temporadas, en la vuelta de la fase previa (tras un 4-0 en el Camp Nou) y en la liguilla, con el equipo ya en octavos. Por eso, en el Barça nadie se tira las manos a la cabeza. "Por muchas cosas que pasen, este equipo siempre sale adelante", dice Iniesta.

Sin Messi, en cualquier caso, el equipo se remueve. Bojan y Villa aspiran a la punta del ataque. De jugar Bojan, todo se quedaría igual. De hacerlo Villa, en el extremo izquierdo podría participar Iniesta, el propio Bojan, Maxwell -parece poco probable porque eso implicaría ascender a un lateral zurdo del filial, ya que Abidal está ausente por la muerte de su abuelo- o Jeffren, que ayer recibió el alta. "No cambia mucho si juega Villa o Bojan de 9. Básicamente, a los dos les gusta más recibir al espacio que al pie y lo hacen partiendo de dentro, más que desde fuera", resaltó Guardiola. El vestuario así lo entiende. "Con Bojan y Villa el gol está garantizado. Pedro e Iniesta dan llegada", argumenta Piqué. "Todos preferiríamos que jugara Leo, pero están Villa, Pedro e Iniesta. Pocos equipos tienen una delantera con tres campeones del mundo", agrega Xavi. Y Busquets tira del ideario: "La idea será la misma de siempre; eso no cambia juegue quien juegue. Trataremos de tener la pelota y atacar".

Recogió el testigo Guardiola: "El Sporting juega diferente del Atlético y el Hércules. Tendremos que descubrir cómo atacarlo". Desde el cuerpo técnico, sin embargo, tienen claro que el rival "juega parecido a los dos años anteriores". Y los últimos partidos contra el Sporting se recuerdan como chaparrones de buen fútbol, con el rival que aguarda en la divisoria y que sale al contragolpe escopeteado. Hoy, no estará Messi, pero juega el Barça.