Un buen PSG supera a un Sevilla sin ideas
Nené dio la puntilla a un equipo andaluz romo y de sensaciones preocupantes
El PSG se merendó al Sevilla y le venció con toda justicia después de ser superior en todos los conceptos del juego y después de crecer a medida que se desarrollaba el partido para desnudar a un equipo lleno de dudas, muchas de las cuales, desgraciadamente, emanan de la dirección de Antonio Álvarez.
Es inconcebible que este Sevilla, tras perder la Supercopa y la Liga de Campeones, siga en construcción, y ya apueste por un fútbol de toque, como en la primera parte, o por otro mucho más directo, como en la segunda, apenas ofrezca muestras de poder dominar los partidos. Además, lo que es más peligroso, en raras ocasiones tiene las ideas claras sobre el campo.
Al Sevilla le cuesta. Y más ante rivales atléticos, bien trabajados, con toneladas de oficio aunque se deje en el banquillo a algunos titulares y presente una alineación con más reservas de la cuenta. Difuminado tras un inicio esperanzador, el Sevilla se vio superado por un PSG que hizo de cada metro del Sánchez Pizjuán una batalla a vida y muerte. No le bastaron las pinceladas de Cigarini y José Carlos, los jugadores destinados a dotar de seda un fútbol que acabó por ser demasiado directo, lo que facilitó las acciones del PSG.
SEVILLA 0 - PSG 1
Sevilla: Palop; Konko, Cáceres, Alexis, Dabo; Zokora, Cigarini (Guarente, m. 46), José Carlos (Kanouté, m. 46); Navas, Luis Fabiano y Capel (Perotti, m. 61). No utilizados: Javi Varas; Fernando Navarro, Alfaro y Negredo.
PSG: Edel; Jallet, Camara, Armand, Tiéné (Sakho, m. 89); Chantôme, Clément; Maurice, Luyindula, Nené (Hoarau, m. 76); y Erdinç (Makelele, m. 65). No utilizados: Coupet; Makonda, Giuly y Kezman.
Goles: 0-1. M. 76: Nené culmina, con la ayuda involuntaria de Cáceres, un contragolpe del PSG.
Árbitro: Robert Schörgenhofer. Amonestó a Tiéné.
Unos 28.000 espectadores en el Ramón Sánchez Pizjuán.
Pudo el Sevilla marcar en alguna acción aislada, caso de un jugadón de Luis Fabiano, que regresaba al once, tras bajar del cielo un balón imposible en el minuto 20, pero la ocasión fue fruto de una acción individual impecable, que no se correspondió con un dominio del conjunto andaluz. Ahogado físicamente por la mayor corpulencia de los jugadores del PSG, el Sevilla se fue apagando poco a poco, hasta el punto de que fue el conjunto galo el que gozó de las mejores acciones para inaugurar el marcador. Acertó Nené después de que Álvarez señalara a Cigarini y José Carlos, su apuesta para ganar el partido, dejándolos en el banquillo. No es tiempo de pruebas para este Sevilla que se juega tanto.
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