A mejor defensa, mejor ataque
Contra el Panathinaikos, el Barcelona tiró 29 veces a puerta y solo recibió un disparo
"Es muy, muy, pero que muy difícil jugar mejor de lo que lo hemos hecho contra el Panathinaikos", aseguró, tan convencido como feliz, Josep Guardiola, el martes, tras la goleada de su equipo a los griegos (5-1). Solo tres días antes, el Hércules había batido a su equipo (0-2). Los cambios en la alineación no justifican por sí solos la metamorfosis de un equipo que atacó más y mejor y, sobre todo, desde más cerca del área rival, sencillamente porque presionó mejor y recuperó el balón en mayor número de ocasiones, más cerca de la portería griega y mucho más rápido.
Durante el partido, el Barcelona remató 29 veces a portería, perdió 41 veces el balón, en 79 ocasiones forzó que lo perdiera el rival y en 53 recuperó el control del cuero. Por el contrario, frente al Hércules, el Barcelona solo remató nueve veces a puerta de las 16 que lo intentó, perdió 82 veces el balón y lo recuperó 68, pero demasiado cerca del área de Valdés, que contra el Hércules recibió nueve remates (7 entre los tres palos) por solo uno contra el Panathinaikos.
"Es muy difícil jugar mejor al fútbol, el nivel fue extraordinario", resumió Guardiola
La comparativa en los saques de equina es curiosa. Contra el Hércules, el Barça sacó 13 córners y además de solo rematar unos pocos, algunos se sirvieron tan mal que, en uno de ellos, la afición se lo recriminó a Iniesta. Tres días después, en Champions, el Barcelona solo sacó cuatro, remató tres y uno de ellos terminó en el gol de Villa.
Oficialmente, la posesión del balón fue menor contra el equipo griego que ante los alicantinos, pero Guardiola desacreditó el dato. "No me lo creo. Será que cuando la pelota estaba fuera le dieron la posesión a nuestro rival", dijo el técnico. Sostiene Guardiola que el cambio de un partido a otro obedece simplemente a un pequeño matiz: "No atacamos bien contra el Hércules por un detalle; los dos extremos tenían que hacer un pequeño movimiento que no les supe transmitir".
Tito Vilanova, la mano derecha del técnico, suele decir que el gran mérito del Barcelona no radica en su capacidad de ataque, sino en su voluntad defensiva. Dado que el fútbol son goles, nadie parece hacerle caso. Será porque fue portero, pero Zubizarreta, el director deportivo del club, le dio la razón a Vilanova en el descanso del partido del martes.
"Estamos atacando bien porque estamos defendiendo muy bien. Para defender bien, es importante atacar bien. Una cosa lleva a la otra y viceversa", aseguró Zubi cuando le preguntaron por la capacidad ofensiva mostrada por el Barcelona, consciente de que un equipo está por encima de cualquier genialidad, de que el Barça no se puede partir, que se junta para jugar o no juega bien.
En ese sentido, cobra cada vez más peso el juego de Sergio Busquets, un portento en la recuperación y, al tiempo, en la distribución. El de Badía del Vallés recuperó 19 veces el balón, que tocó en 139 oportunidades. Ni por asomo se le acerca ningún jugador en la recuperación, y solo Xavi, con 120 intervenciones, tuvo una participación pareja en el discurrir del partido. "El partido perfecto no existe", advirtió ayer el centrocampista, en referencia al juego del equipo contra los griegos. Lo justificó de manera tan simple como juega: "En un partido perfecto, el gol del Panathinaikos no debería haberse producido. Y, además, fallamos muchas ocasiones de gol claras", dijo.
Victor Valdés razonó al término del encuentro: "Hemos vuelto a hacer las cosas bien, nos ha salido lo que queríamos y recuperamos la confianza y nuestro juego. Las ganas eran las mismas que contra el Hércules, pero es cierto que hemos encontrado más espacios por dentro y hemos movido la pelota con más rapidez".
"Hemos hecho un partido extraordinario", insistió Guardiola, consciente de que a mejor defensa, mejor ataque. Ya lo dijo Messi: "Sin el esfuerzo de mis compañeros, yo solo no haría nada".
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