El Bernabéu preocupa a Mourinho
"Es como San Siro con diez mil asientos más", dice el técnico del Madrid, que finge restar trascendencia al reclamo de una hinchada que espera más que tres puntos ante Osasuna
Lucio, capitán de Brasil, estaba en Sudáfrica el verano pasado, durante el Mundial, cuando recordó con melancolía la idiosincrasia de la afición de su club, tan distinta de los seguidores de Brasil. "La hinchada del Inter nunca pitó al equipo por ganar mal", dijo. "En San Siro lo único que le importa a la gente es ganar".
Durante el último año Lucio vivió a las órdenes de José Mourinho en el Inter de Milán. Esta tarde Mourinho, nuevo entrenador del Madrid, comenzará a conocer cómo le trata el Bernabéu. Osasuna llega de visita para poner a prueba el proyecto en su debut oficial en casa. De la conexión que establezca el entrenador y su equipo con la afición más quisquillosa del planeta dependerá buena parte de su futuro en Chamartín y, por extensión, del éxito de la gestión de Florentino Pérez como presidente.
"Ningún técnico bebió tanto en las fuentes del madridismo", lo elogia un directivo
"¿Solo en el Bernabéu? ¿En San Siro no? ¿En Stamford Bridge no?", se crispó ayer Mourinho, cuando le preguntaron si sabía que en su nuevo estadio el público exigen algo más que tres puntos. Fue la primera vez desde que llegó al Madrid que el entrenador portugués contragolpeó ante una cuestión con tanta vehemencia. "Quizá da esa impresión porque el Bernabéu tiene diez mil personas más que San Siro o treinta mil más que Stamford Bridge. Quizá la manifestación de insatisfacción puede ser más grande. Pero no conozco ningún club donde la gente esté contenta con poca cosa. En equipos acostumbrados a los éxitos es así. No es ni un problema ni una situación inesperada para mí".
Florentino Pérez le ha recordado más de una vez que el Bernabéu no es San Siro. El técnico, que no es un dogmático, lleva semanas interiorizando ideas y buscando fórmulas para ofrecer a los aficionados un producto del gusto local. Como contaba este verano un directivo del Madrid: "Ningún entrenador de todos los que hemos conocido, ni Queiroz, ni Luxemburgo, ni Pellegrini, ha tenido tanta sed de beber de las fuentes del madridismo".
Mourinho sabe que su verdadero examen como técnico del Madrid empieza hoy. Quizá por eso se esforzó por fingir que suponía que todos los campos son iguales, a pesar de que los números y los sentimientos digan lo contrario. La temporada pasada la afición del Inter asistió a dos empates a un gol, dos empates a cero y dos victorias por 1-0. En la temporada 2008-09 el Inter ganó cuatro partidos por 1-0. La temporada pasada en el Bernabéu hubo pitos al Madrid de Pellegrini a pesar de que metió 102 goles y solo ganó un partido con menos de dos goles, contra el Racing (1-0).
Mourinho responde con más cifras. Suma 136 partidos sin perder como local. "Sin querer", comentó. "Muchas veces con el empate asegurado arriesgamos para ir a ganar el partido".
La conciencia de estar jugándose algo más que tres puntos ha empujado a Mourinho a elegir a Cristiano como titular, a pesar de que los servicios médicos del club anunciaron que estaría una semana más de baja tras sufrir un golpe en el tobillo. No se sabe si los médicos exageraron para proteger a Cristiano de su viaje con Portugal o si el técnico es un atrevido. Ayer le preguntaron si temía que algún rival le pegase a su jugador en la articulación presuntamente maltrecha y respondió en la línea teatral que caracteriza todo en el Madrid últimamente. "Temo", dijo, antes de hacer un silencio dramático de varios segundos. "Temo", repitió. "Temo que le metan una hostia que le lesione el mismo tobillo... Yo temo. Y como el partido es difícil va a jugar desde el primer minuto".
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