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Manresa, Tarragona y Castelldefels, las ciudades más endeudadas

Siete de los veinte grandes municipios no podrán pedir créditos en 2011 - Barcelona prevé una reducción de su deuda pese a poder aumentarla

Los grandes municipios catalanes pasan, en su mayoría, el rasero que el Ministerio de Economía y Hacienda fijó ayer para permitir a los municipios endeudarse en 2011. La ministra Elena Salgado revisó el criterio inicial de su departamento, que prohibió pedir créditos en 2011, y permitirá que los municipios cuyo nivel de deuda viva no supere el 75% de los ingresos ordinarios aumenten su endeudamiento. Según los datos de Hacienda, de los 20 grandes municipios catalanes por población, solo siete no pasan este rasero: Tarragona, Lleida, Mataró, Reus, Manresa, Vilanova i la Geltrú y Castelldefels superan el 75% de deuda en el ejercicio 2009 y no podrán pedir créditos. La lista definitiva de localidades vetadas al crédito la dará a conocer el ministerio a finales de año.

El alcalde de Lleida pide una mayor ampliación del grado de deuda

Manresa (Bages) es la ciudad catalana con un endeudamiento relativo más elevado, con un porcentaje que se eleva al 111,3% de deuda sobre sus ingresos ordinarios. La cifra roza el tope legal de crédito, fijado en el 130% de los ingresos. Un portavoz municipal restó importancia a la restricción y consideró positiva la deuda de Manresa porque deja claro "el esfuerzo inversor de la ciudad en los últimos años".

Según el porcentaje basado en los ingresos ordinarios de los municipios, que calculó EL PAÍS sobre la base de los datos del Ministerio de Hacienda, Reus (Baix Camp), sigue a Manresa (Bages) en la lista de endeudados, con un porcentaje del 111,1%. Sin embargo, el Ayuntamiento, basado en sus propios cálculos, mantiene que el porcentaje es inferior al tope, del 58,4%. Con esos números bajo el brazo, el concejal de Hacienda, Carlos Salas (PSC), aseguró que aumentarán la deuda para 2011 para "crear empleo y dinamizar la economía local".

La tranquilidad de Reus se repetía en la vecina Tarragona, también por encima de los topes fijados por Salgado. Esta ciudad tiene un porcentaje del 97,05%, pero sorteó la restricción de crédito en un pleno extraordinario celebrado justo antes de la publicación del decreto que prohibía a los ayuntamientos endeudarse más. Por debajo del 100% de deuda se sitúa Castelldefels (Baix Llobregat), la cuarta ciudad más endeudada, con el 93%. Igual que Manresa, la localidad engrosó su nivel de crédito con varias reformas en barrios realizadas en los últimos años, y el Ayuntamiento trabaja para rebajar la deuda.

Lleida, también por encima del tope con el 90% de la deuda, no se resigna a quedarse sin crédito en 2011. Àngel Ros (PSC), alcalde leridano, consideró insuficiente y mejorable la rectificación del Gobierno y pidió que se aumente el límite de endeudamiento hasta el 110%.

La lista de municipios endeudados la cierran Mataró (Maresme) y Vilanova i la Geltrú (Garraf), suspendidos por los pelos, con una deuda del 83,75 y el 81%, respectivamente. El alcalde vilanovense, Joan Ignasi Elena (PSC), se mostró confiado en entrar finalmente en el cupo para poder pedir crédito. "Debe verse cómo se concreta finalmente esta medida. Hay una declaración política que está abierta a variar", explicó.

El resto de las grandes ciudades catalanas cumplen con el cupo. Destaca la capital, Barcelona, con la ratio más baja de deuda de entre las grandes ciudades, el 32%. El alcalde, Jordi Hereu, subrayó la posibilidad de tener mayor margen para que Barcelona se endeude, pero el gobierno municipal descarta emplearla por ahora. Solo hay una variable que pudiera cambiar las cosas, y es que ERC forzara una renegociación del plan de austeridad aprobado por el Consistorio el pasado verano que obligara a ampliar la deuda, una posibilidad que ya sacó ayer a colación.

La actitud de Barcelona contrasta con la de las otras ciudades, que abrirán de nuevo el grifo del crédito para cumplir con sus planes. Es el caso de Girona, que plantea pedir unos cinco millones el año que viene, y L'Hospitalet de Llobregat, que pedirá créditos para construir equipamientos y continuar con las reformas en los barrios. La mayoría de municipios valoraron con "moderada satisfacción" la decisión de Salgado, tal como verbalizó el presidente de la Federación de Municipios de Cataluña, Manuel Bustos (PSC). "Se ha hecho un esfuerzo, es un primer paso muy importante pero hay que seguir trabajando".

Discrepó Lluís Recoder (CiU), alcalde de Sant Cugat del Vallès, uno de los más críticos con la restricción de la deuda que con los nuevos criterios podrá pedir más créditos. "Ha habido tres rectificaciones en pocos meses, y eso es lo que menos necesitamos en tiempos de crisis", sentenció.

Con información de Ferran Balsells, Rebeca Carranco, Ivanna Vallespín y Lluís Visa

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