Los 18 fusilados de Montefrío fueron "brutalmente golpeados"

En la primera curva a la derecha de la carretera que une Algarinejo con Montefrío, en la provincia de Granada, estaba ubicada una fosa común con 18 cuerpos de civiles asesinados. Corresponden, según las primeras investigaciones y los testimonios orales, a 16 hombres y dos mujeres que fueron fusilados por el simple hecho de ser familiares de personas contrarias a los militares golpistas que habían huido a Alcalá la Real (Jaén) desde Algarinejo. Fueron "brutalmente golpeados con objetos contundentes" antes de ser fusilados una madrugada de septiembre de 1936.

Faltan los análisis de ADN, pero los testimonios orales coinciden con el estudio antropológico de los huesos, por lo que los familiares tienen esperanza de poder dar una sepultura digna a sus parientes. Los restos permanecen mientras en la capilla del cementerio municipal.

Los relatos orales coinciden con el estudio antropológico de los huesos

En la fosa, de diez metros de largo por 50 centímetros de ancho, han trabajado durante el mes de agosto un grupo de personas dirigidas por el arqueólogo Andrés Fernández, que ayer detalló como cada una de las víctimas fue "maltratada" en el fusilamiento, a tenor de las fracturas de los huesos encontrados, principalmente las piernas.

Los aproximadamente seis kilómetros de distancia que separan el pueblo de esa cuneta fueron recorridos en un camión que tardaría unos quince minutos. Las víctimas procedían de Algarinejo y el anejo de Fuente de Cesna. Los casquillos de balas procedentes de una fábrica de Sevilla fueron los primeros hallazgos. Se hicieron tres catas pero pronto se detectó el lugar exacto de enterramiento. "Los familiares siempre han sabido donde estaban", asegura la presidenta de la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica, Maribel Brenes.

En su intento de recuperar los cuerpos, los familiares se dirigieron primero al alcalde del municipio, quien trasladó la petición a la asociación. El documental La memoria del olvido de Jorge R. Puche cuenta con testimonios de personas que vivieron en ese municipio la Guerra Civil.