Evacuados 1.200 vecinos por un fuego provocado en el sur de Valencia

"Es uno de los incendios más feroces por la complejidad, por las rachas de viento y por la cercanía a núcleos urbanos". Así definió ayer la situación la ministra de Defensa, Carme Chacón, que sobrevoló la zona afectada por los cuatro incendios en la comarca de La Vall d'Albaida (localizados en Alfafara, Agullent, Bocairent y Ontinyent) y el de Simat de Valldigna, en la comarca de La Safor.

Chacón explicó que el "difícil trabajo" se abordó con "coordinación de las Administraciones". La ministra, como antes hiciera el consejero de Gobernación de la Generalitat, Serafín Castellano, aseguró que los primeros indicios apuntan a que los incendios fueron intencionados. Al respecto, Chacón dijo: "Estos incendios provacados nos hacen invertir muchos recursos, tenemos muy seriamente que acogotar a los culpables". Castellano cifró provisionalmente en 2.457 las hectáreas arrasadas.

La ministra Chacón pudo ver cómo el fuego llegó a la puerta de un millar de chalés de ocho urbanizaciones en las poblaciones afectadas. El viento de poniente, que llegó a soplar a más de 40 kilómetros por hora, obligó a desalojar a más de 1.200 vecinos, incluidos algunos del casco urbano de Bocairent.

El fuego se inició pasadas las 22.00 del lunes. En media hora, una línea de fuego unió la Serra del Terrater, en Alfafara, con la de L'Ombria, en Bocairent. Las llamas se propagaron en un paraje situado a solo dos kilómetros de la protegida Sierra Mariola. Una densa cortina de humo aumentó el pánico entre los vecinos. "Todo era fuego. Nos metimos en el coche y el camino eran llamas, llamas, llamas. Oíamos caer las piñas", explicó un vecino afectado, Vicent Ortolà.

La familia Gandia, desesperada, salvó los animales de su granja. Pero no los invernaderos. Los vecinos fueron, junto a los bomberos, los primeros en intentar frenar un fuego difícil de detener y que obligó a movilizar un millar de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), bomberos de los tres consorcios provinciales, brigadas de la Generalitat valenciana, agentes de policías locales, voluntarios de Protección Civil, Cruz Roja y una treintena de dotaciones aéreas.

Al cierre de esta edición, con los aviones y helicópteros retirados por falta de luz, se combatía con los recursos terrestres. Los vecinos miraban anoche a la sierra con miedo. "Aquí no va a dormir nadie", aseguró anoche un agente de la policía de Bocairent. Tres carreteras permanecían cortadas al tráfico y quedó en el aire si la línea férrea, por la que circulan trenes de media distancia, entre Xàtiva y Alcoy, podría hoy dar servicio después de que ayer al menos 300 pasajeros se vieran afectados.