Dos siglos en la red
Una empresa de La Vila Joiosa, experta en redes de pesca, fabrica las mallas de las porterías del Barça, Valencia y Villarreal
En La Vila Joiosa empezaron a fabricar redes de pesca en 1778. Y siguen haciéndolo como nadie en España, solo que ahora pueden confeccionar desde la red con hilo de oro que sirvió para restaurar en 2005 la senyera de la procesión cívica del 9 d'Octubre a la de un barco pesquero de la flota escandinava. "Torcer y trenzar se hace igual que siempre, por eso nosotros hacemos en cuerda o en red todo aquello que a un cliente se le pueda ocurrir", presume Vicente Segrelles, el director gerente de la empresa Redes Sintéticas, SA (Redsinsa), orgulloso de dos cosas: el alto grado de diversificación que han conseguido y "la excelencia de la mano de obra" que tienen.
Redsinsa es el resultado de la agrupación de todas las sendas (como se llamaban antiguamente las fábricas manuales de sogas y redes para los barcos de pesca) que fueron surgiendo en La Vila en el siglo XVIII. Hasta los años sesenta del siglo pasado trabajaron manualmente con materiales vegetales, primero el esparto de El Comtat y L'Alcoià, el sisal y la manila.
La excelencia de la mano de obra es la clave del éxito
La crisis obligó a la firma a diversificar la producción
Luego llegó la fibra sintética: el nailon, el polietileno o el poliéster. Los propietarios de las sendas de las familias Miralles, Senabre, Segrelles, Nois... fueron un ejemplo de adaptación a los nuevos tiempos de un sector tradicional. Se agruparon en Redsinsa, constituida el 5 de junio de 1962, y hoy son una empresa única, aunque antes ya había funcionado bien la Junta General del Cáñamo, que había unido gremialmente a todos los fabricantes. Ahora la treintena de accionistas de la empresa son ya los herederos de sus fundadores.
Más del 60% de los 44 trabajadores de la fábrica son mujeres. Ya no tienen filadors que unan la hierba seca, ni menadors, pero la industrialización de la fábrica iniciada en los sesenta no ha hecho desaparecer algunos trabajos artesanales. Por eso fabrican cuerdas y redes como antaño para el escaparatismo de Zara o Victorio & Luccino, para decoradores profesionales y particulares.
La pesca todavía es la mitad del negocio. Pero "la crisis del sector que provocó la entrada de España en la Unión Europea nos obligó a diversificar", admite Vicente Segrelles. Así que ahora fabrican redes para helicópteros, carpas para perdices en granjas cinegéticas, redes de contención para campos de golf o las que cierran las porterías del Barcelona, Valencia o Villarreal, de color amarillo.
Otro de los éxitos de esta empresa vilera es haber mantenido las mismas relaciones y proveedores, básicamente Repsol y la empresa suiza Nexis Fibra. Han mantenido la calidad de sus productos. "Ahora estamos recogiendo los frutos", reconoce el gerente de la empresa.
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